martes, 7 de julio de 2020

HoY HaCe uN aÑo…



Resulta paradójico este 7 de julio, el primero en el q no vemos los típicos encierros en Pamplona, parece mentira q fuera “ayer” cuando acudimos a los “últimos” San Fermines de la década…

Hace un año allí estábamos los tres susodichos q aparecemos en la foto, disfrutando de un caluroso día de julio, donde ninguno de los tres íbamos preparados ni ataviados con el traje típico de San Fermín, camisa y pantalón blanco con el fajín rojo colgado en un lateral, jajaja. Q recuerdos más bonitos tengo de ese viaje q hicimos para poder disfrutar del cumpleaños de Sergio y lo bien q me vino poder despejar, siempre se lo agradeceré a Lauris

Es curioso lo q cambia la vida en apenas un año, parece mentira… Todas las cosas q antes podíamos hacer y todo lo q ahora no podemos realizar. Si nos lo llegan a decir antes, creo q nadie de nosotros lo llegaríamos a creer, x eso es tan importante vivir cada momento como decidamos, con quien queramos y de la manera q queramos. Ya esta bien de criticar x todo, si es q no aprendemos

Un San Fermín muy atípico, un 7 de julio como un día más en el q estamos deseando q todo pase para q dentro de nada podamos volver a disfrutar como hacíamos antaño

LoS oBJeToS CoN LoS Q DeSCaRGaR Tu RaBia…




Unos investigadores de la “Carnegie Mellon” han trabajado en algo denominado “Los retos del diseño de interfaces humanas orientadas a las emociones negativas”; en otras palabras: robots y objetos q reciben somantas de palos y a los q puedes darles con un martillo o acuchillar alegremente. Como dicen, muy apropiadamente:

La idea es básicamente crear objetos, principalmente no antropomórficos (aunque algún muñeco hay x ahí) con los q desahogarse a gusto. Se puede aplastar un cuadrado de plástico con un martillo y ver cómo brilla o darle estocadas a un cojín amorfo y ver cómo se mueve

En teoría esas expresiones de la energía negativa producen un efecto liberador, a lo q ayuda la respuesta tecnológica q tienen, ya sea con luces o sonidos. Hay uno q responde cuando lo insultan; otros se mueven cuando detectan q han sido alcanzados x objetos puntiagudos

Como se suele decir, hay gente pa’ tó, y estos curiosos robots son la prueba. ¿Sufren? No; de hecho, su objetivo vital es absorber los impactos y reaccionar a los insultos, así q en teoría todos contentos… Pero, de todos modos, risas apartes, el asunto levantó algunas consideraciones éticas sobre lo apropiado q es q estos chismes reaccionen alegremente cuando son tratados a patadas y con palabrotas, aunque sea x adultos. Como no están en las tiendas, todo queda en el laboratorio, de momento…

Creo q esto sería necesario en varias empresas…