Es el sabor leonés envuelto en un
papel. Azúcar, cacahuete, cacao y algo más q dan vida al conocido ya como el
Caramelo de León. Es el ronchito, dulce y amargo a la vez, tierno pero
crujiente, un producto irresistible para jóvenes y los no jóvenes
Y sino q se lo digan a Marcos
Vidal Suárez, “Marquitos” cariñosamente, q reconoce sufrir una auténtica
psicosis x este caramelo. Le acompañan siempre en su bolso, vaya donde vaya, y
si no, se da la vuelta. Es más, nunca faltan en la guantera de su coche y, x si
acaso, esconde medio paquete debajo del asiento del conductor
No es de extrañar q la empresa leonesa
haya decidido nombrarle el “Embajador del Ronchito” en un acto q ha tenido
lugar este jueves en la Casa de las Carnicerías
“Es una satisfacción teniendo en
cuenta q se trata de dos familias leonesas con una gran tradición familiar”,
señaló el embajador, q bromeó con q el “colmo de un confitero es q Marquitos te
invite a ronchitos”
Un caramelo q desde hace 20 años, ha
relatado Marquitos, está presente en todas las habitaciones de la Bodega
Regia y con el q Marquitos sorprende y alegra esas caras serias, cansadas
y tristes q le reciben allá donde va. “Esa sonrisa merece la pena”