“Confiamos en q el tiempo se mueve en
forma lineal. Q avanza siempre y de modo constante hacia el infinito. Pero la
distinción entre pasado, presente y futuro no es más q una ilusión. El ayer, el
hoy y el mañana no son consecutivos”
Como una forma de enmarcar la trama y
como una declaración de principios filosóficos, esa frase abre el episodio uno
de Dark, la primera serie alemana q llega a la plataforma “Netflix”
La primera temporada, tiene diez
episodios de casi una hora de duración cada uno. El punto de partida de la
historia es la desaparición de dos chicos (uno de 11 años y otro de 15) en Winden,
uno de esos pueblos en los q nunca pasa nada. “Tenemos la tasa de crímenes más
baja de la región. No hay asesinos x aquí”, dice alguien, en un momento de un
episodio. En ese mismo lugar funciona una central nuclear; el director Bo Odar
y el guionista Friese conocen bien el tema xq se criaron en una pequeña ciudad
cercana al desastre de Chernobyl
Antes del estreno, apenas salieron los
primeros trailers de promoción, Dark fue comparada (y acusada de
sumarse a la ola exitosa) con Stranger Things. En la serie alemana, al
igual q en su par estadounidense, se pierde alguien y el pueblo sale a buscarlo
desesperadamente. Aquí también los niños andan en bicicleta y salen a dar
vueltas x el bosque. Salvo esos detalles (y el género de ciencia ficción) no
hay grandes puntos en común. O, si los hay, son sólo coincidencias
superficiales
Si en Stranger Things había
homenaje a toda la estética y los consumos culturales de los '80, Dark sólo
es fiel a sí misma y a la oscuridad q revela su título. La frase de los
primeros minutos (q encabeza el inicio del blog) es el eje de la historia, q va
desde la Alemania de 2019 a la catástrofe nuclear de 1986, pasando x la década
del 50. El viaje en el tiempo (con una ida y vuelta constante) llena de
misterio a los episodios plagados de viñetas sobrenaturales
“Va a ocurrir de nuevo”, dice un
anciano para anticipar algo y para ilustrar el infinito déjà vu de los
episodios, q el espectador deberá ir armando como un rompecabezas. Cada caso
irá removiendo historias del pasado de las familias del pueblo en el q, según
dicen sus habitantes, todo es tranquilidad
Como un gran caleidoscopio, la serie
va cambiando de forma y de colores, con la participación de las distintas
generaciones q habitan el misterioso lugar. X momentos, las historias de Baran
bo Odar y Jantje Friese cargan las tintas sobre la central nuclear del pueblo;
luego hablan de drogas y hasta juegan con elementos de la magia, además de la
noción de agujero negro y de otras dimensiones…
Para contar una historia con tantas
aristas, los creadores optaron x un elenco coral. Con sólo un par de episodios,
la serie alemana atrapa con su ingenio y con una fotografía magnífica. Esto no
es Stranger Things. Nada de niños traviesos q provocan un entrañable viaje
a los 80. En Dark, el espanto sucede una y otra vez; el déjà vu llega como
un claro mensaje del más allá. Es misterio y ciencia ficción en modo hardcore
Una serie q engancha y te hace tener
la mente activa pensando en q época del tiempo estas. Una serie q te deja con
la boca abierta en varios capítulos xq no te esperas ese final o esa trama…
Deseando q comience la segunda temporada y podamos resolver muchísimas dudas
dejadas en el aire y en ese misterioso final…