Estas han sido mis “pequeñas”
vacaciones, después de un año duro, q mejor manera de disfrutar q yéndose al
país vecino para poder visitar lugares q desconocía. Ese ha sido uno de mis
primeros destinos, la ciudad universitaria de Coímbra
El día al principio no acompañaba
mucho, estaba nublado, algo típico pensé de esa zona de Portugal, pero con una temperatura
agradable. Coímbra es una ciudad q se puede recorrer fácilmente en un día, y su
centro histórico se resume principalmente a la zona de la universidad. Su campus
es una auténtica gozada
Me llamó mucho la atención la plaza
del 8 de mayo con su iglesia de Santa Cruz. Lo q me he dado cuenta en esta
visita a Portugal, es q el interior de algunas iglesias, ya sea x aparentar,
abusan descaradamente del pan de oro, esa pintura dorada q se aplica a los
retablos para parecer oro puro… Eran verdaderas joyas en cuanto a ese sentido
se refiere. Continuando x la calle Rua Visconde da luz, y atravesando el arco de
Almedina, callejeando se llegaba hasta la catedral vieja (Sé Velha) donde su
claustro, merece la pena ser visitado. Si no te apetece pagar x estar dentro,
puede verse desde un mirador... Sus escalerillas se agradecían, ya q toda la
ciudad es un continuo subir y bajar cuestas… Como les gusta a los portugueses
las ciudades en colinas, jejeje. Para alguien de León, donde siempre he visto a
mí querida catedral majestuosamente en la plaza de la Regla, cualquier catedral
q se ve x ahí, no llama la atención, pero bueno, ahí estaba
De ahí al Palacio dos grilos son dos
pasos, pero subiendo una rampa… Cuando uno llega a la plaza de Porta Ferrea, ya
en pleno casco universitario sabe q ha coronado la cima, ya q ahí se encuentra
el mayor monumento de la ciudad, el edificio de la Universidad de Coímbra. La
mezcla de turistas con alumnos no deja de ser chocante, ya q puedes meterte en
el edificio y asistir a los cambios entre clases y poder echar un vistazo a las
centenarias aulas, en las cuales es todo un orgullo poder estudiar allí
Aquí uno puede echar el día, ya q se
pueden visitar varias zonas, como: El museo de la Ciencia (laboratorio Químico),
donde había una exposición sobre la luz. Merece la pena poder entrar y
contemplar un laboratorio del siglo XVIII, con sus campanas extractoras, sus
poyatas con fregadero… Un lujo, desde mi punto de vista. Otra de las visitas es
el colegio de Jesús, donde se encuentra tanto la oficina de Física (con un
montón de artilugios) como la Galería de Historia Natural (con especies
recogidas de África, Brasil y Goa tras las expediciones realizadas x la corona
de Portugal en el Siglo XVIII), el Pazo de las Escuelas es otra de las visitas
recomendables, ya q pueden visitarse la capilla de San Miguel, el palacio Real
(lugar en el q se presentan las tesis doctorales de los alumnos con un ritual
muy llamativo y q es un orgullo para la persona q lo realiza, ya q deben de ir vestidos
con una capa y absolutamente de negro, fue muy bonito poder presenciar desde la
balconada una tesis en directo), la torre (desde la q se puede admirar toda la
ciudad), la biblioteca Joanina (máximo exponente del barroco civil portugués con
unos 60.000 volúmenes de los Siglos XVI al XVIII y q pueden ser consultados a
día de hoy y donde conviven una colonia de murciélagos para proteger los libros
de los insectos) y el precioso Jardín Botánico (donde se reúnen colecciones
botánicas únicas para la enseñanza, la investigación y el respeto x la
biodiversidad)
En el propio campus se encuentra
además la catedral nueva (Sé Nova). No sé cuántas facultades tendrá esta
ciudad, pero la de ciencias, medicina, letras, ciencias y tecnología, matemáticas,
derecho y farmacia son algunas de las q encontré. Bajando x la calzada Martim
de Freitas se puede comprobar q esta ciudad también posee un antiguo acueducto,
no es como el de Segovia, pero ahí está
Para poder terminar el día, una de las
mejores cosas q puede hacer uno es pasear x los parques paralelos al rio Mondego,
donde el buen día y el sol de media tarde, hicieron q me llevara una sensación muy
buena de esta ciudad q desconocía. Todo un acierto haberla visitado