Malas noticias para los fofisanos:
lo de estar delgado pero luciendo una alegre y carismática curva de la felicidad
es más peligroso de lo q puede parecer. Un estudio publicado en la revista “Annals
of Internal Medicine” señala la grasa abdominal como factor de riesgo de
mortalidad, x encima incluso de la obesidad o el sobrepeso. Tras analizar datos
de más de 15.000 personas, los investigadores observaron q las personas con
obesidad central (cuando la grasa se acumula en el abdomen) tienen el doble de
riesgo de mortalidad q las personas q "solo" tienen sobrepeso u
obesidad. Y en el caso de las mujeres, con una distribución de grasa similar,
el riesgo es 1,5 veces mayor
Este estudio, q ahora q nos quitamos
al fin los jerseys y chaquetas holgados cobra especial relevancia, pone de
manifiesto q no x tener un Índice de Masa Corporal (IMC) normal, uno se puede
considerar sano y libre de riesgos. De hecho, en análisis científicos previos
ya se había relacionado el perímetro cintura-cadera con un mayor riesgo
cardiovascular y diabetes, pero este, x primera vez, ha cuantificado el riesgo
de muerte
¿Cómo es posible q una persona q esté
bien de peso pero con un poco de barriga cervecera (aparentemente inofensiva)
tenga mayor riesgo de mortalidad q alguien con obesidad? La respuesta la tiene
el tipo de tejido adiposo: “No toda la grasa es igual de perjudicial”. La grasa
abdominal o visceral (la q rodea los órganos) “es metabólicamente más
activa y se relaciona con un aumento de la resistencia a la insulina y
diabetes, un aumento de marcadores inflamatorios y un peor perfil lipídico. En
definitiva, es un marcador clínico del síndrome metabólico, q se caracteriza x
la presencia de múltiples factores de riesgo cardiovascular y un gran aumento
de la mortalidad
Seguro q habrás escuchado un sinfín de
veces lo de “yo soy muy de acumular grasa en los muslos” o “es q a mí se me va
todo a la barriga”. Bueno, vayamos x pasos. Es cierto q la distribución de la
grasa depende de múltiples factores “como la genética, el ambiente hormonal (x
ejemplo, es más frecuente en hombres, y en mujeres después de la menopausia) o
el microbioma intestinal (conjunto de bacterias de nuestro intestino)”. No
obstante, “un estilo de vida poco saludable, el sedentarismo, una ingesta de
alimentos poco adecuada y el alcohol” tampoco ayudan. Efectivamente, “la obesidad
abdominal no solo aparece x el exceso de calorías, sino también x la calidad de
la dieta y x la falta de ejercicio físico”
Un tratamiento q ayudará a disminuir
el riesgo cardiovascular es aplicando unas ciertas pautas saludables, siendo
posible reducir la grasa visceral. Las no tan buenas son q no basta con bajar
el consumo de cervezas. "La comunidad científica ha comprobado q los
mejores resultados se obtienen mediante un abordaje global de los diferentes
factores implicados. X supuesto, el pilar básico es el cambio de hábitos de
vida:
1. Tenga siempre el frutero a rebosar:
La dieta mediterránea es particularmente efectiva en la reducción de la grasa
abdominal, como demuestra un estudio de 2014, q analizó durante una década la
relación entre alimentación y cintura de más de 3.000 españoles
2. Vaya al trabajo andando: “Como
mínimo, 150 minutos a la semana de ejercicio aeróbico”. La práctica de ejercicio
aeróbico reduce la grasa abdominal. Basta con caminar enérgicamente o trotar a
diario
3. Saque la tableta de la habitación: La
falta de sueño y la mala calidad del mismo está relacionada con el aumento
del IMC, la grasa abdominal y el tejido adiposo subcutáneo, tal y como se
explica en un estudio de la publicación científica “Sleep”
4. Visite al médico si es necesario: Un
profesional de la salud debería monitorizar parámetros como “la hipertensión
arterial, la dislipidemia (alteración de los lípidos en sangre) y las
alteraciones en la glucosa”