viernes, 5 de mayo de 2017

eL eDiFiCio CoN eMoJiS…


El arquitecto Changiz Tehrani ha colocado 22 emojis de cemento para decorar este edificio localizado en la ciudad de Amersfoort, en los Países Bajos. Su excusa para semejante… Decisión, x llamarlo de alguna manera, jejeje, es q “los emojis” son las figuras más reconocibles del Siglo XXI…


Esto es cierto si nos atenemos a q hoy en día están de moda, pero… Esta afirmación es bastante atrevida ya q aún nos quedan 83 años para q este Siglo XXI termine, y quien sabe lo q será más épico dentro de incluso 5 años… En fin, ahí está el edificio, a saber a q vecino le ha tocado la ventana de la mierda con ojos, jajaja

a ToMaR X CuLo FoFiSaNo…


Malas noticias para los fofisanos: lo de estar delgado pero luciendo una alegre y carismática curva de la felicidad es más peligroso de lo q puede parecer. Un estudio publicado en la revista “Annals of Internal Medicine” señala la grasa abdominal como factor de riesgo de mortalidad, x encima incluso de la obesidad o el sobrepeso. Tras analizar datos de más de 15.000 personas, los investigadores observaron q las personas con obesidad central (cuando la grasa se acumula en el abdomen) tienen el doble de riesgo de mortalidad q las personas q "solo" tienen sobrepeso u obesidad. Y en el caso de las mujeres, con una distribución de grasa similar, el riesgo es 1,5 veces mayor

Este estudio, q ahora q nos quitamos al fin los jerseys y chaquetas holgados cobra especial relevancia, pone de manifiesto q no x tener un Índice de Masa Corporal (IMC) normal, uno se puede considerar sano y libre de riesgos. De hecho, en análisis científicos previos ya se había relacionado el perímetro cintura-cadera con un mayor riesgo cardiovascular y diabetes, pero este, x primera vez, ha cuantificado el riesgo de muerte

¿Cómo es posible q una persona q esté bien de peso pero con un poco de barriga cervecera (aparentemente inofensiva) tenga mayor riesgo de mortalidad q alguien con obesidad? La respuesta la tiene el tipo de tejido adiposo: “No toda la grasa es igual de perjudicial”. La grasa abdominal o visceral (la q rodea los órganos) “es metabólicamente más activa y se relaciona con un aumento de la resistencia a la insulina y diabetes, un aumento de marcadores inflamatorios y un peor perfil lipídico. En definitiva, es un marcador clínico del síndrome metabólico, q se caracteriza x la presencia de múltiples factores de riesgo cardiovascular y un gran aumento de la mortalidad

Seguro q habrás escuchado un sinfín de veces lo de “yo soy muy de acumular grasa en los muslos” o “es q a mí se me va todo a la barriga”. Bueno, vayamos x pasos. Es cierto q la distribución de la grasa depende de múltiples factores “como la genética, el ambiente hormonal (x ejemplo, es más frecuente en hombres, y en mujeres después de la menopausia) o el microbioma intestinal (conjunto de bacterias de nuestro intestino)”. No obstante, “un estilo de vida poco saludable, el sedentarismo, una ingesta de alimentos poco adecuada y el alcohol” tampoco ayudan. Efectivamente, “la obesidad abdominal no solo aparece x el exceso de calorías, sino también x la calidad de la dieta y x la falta de ejercicio físico”

Un tratamiento q ayudará a disminuir el riesgo cardiovascular es aplicando unas ciertas pautas saludables, siendo posible reducir la grasa visceral. Las no tan buenas son q no basta con bajar el consumo de cervezas. "La comunidad científica ha comprobado q los mejores resultados se obtienen mediante un abordaje global de los diferentes factores implicados. X supuesto, el pilar básico es el cambio de hábitos de vida:

1. Tenga siempre el frutero a rebosar: La dieta mediterránea es particularmente efectiva en la reducción de la grasa abdominal, como demuestra un estudio de 2014, q analizó durante una década la relación entre alimentación y cintura de más de 3.000 españoles

2. Vaya al trabajo andando: “Como mínimo, 150 minutos a la semana de ejercicio aeróbico”. La práctica de ejercicio aeróbico reduce la grasa abdominal. Basta con caminar enérgicamente o trotar a diario

3. Saque la tableta de la habitación: La falta de sueño y la mala calidad del mismo está relacionada con el aumento del IMC, la grasa abdominal y el tejido adiposo subcutáneo, tal y como se explica en un estudio de la publicación científica “Sleep”


4. Visite al médico si es necesario: Un profesional de la salud debería monitorizar parámetros como “la hipertensión arterial, la dislipidemia (alteración de los lípidos en sangre) y las alteraciones en la glucosa”