A
diferencia de otras criaturas, los humanos no somos capaces de regenerar una
extremidad perdida, pero un intrigante estudio llevado a cabo x investigadores
de la Universidad de Duke, en Carolina del Norte, sugiere q nuestra especie
guarda una capacidad oculta para regenerar los cartílagos de nuestro
cuerpo, un hallazgo q podría cambiar para siempre el tratamiento de lesiones
en las articulaciones o, incluso, acabar con la artritis
Según
el estudio, publicado hace apenas unos días en “Science Advances”, "el
cartílago de las articulaciones humanas puede repararse a sí mismo mediante un
proceso similar al utilizado x criaturas como las salamandras y
los peces cebra para regenerar sus extremidades". El mecanismo
"reparador", según los investigadores, parece ser más robusto en las
articulaciones del tobillo y más débil en las caderas
Según
la autora principal del trabajo, Virginia Byers Kraus, profesora de Medicina,
Patología y Cirugía Ortopédica de la Universidad de Duke, "creemos q la
comprensión de esta capacidad regenerativa “tipo salamandra” en humanos (...)
podría proporcionar la base para nuevos enfoques para reparar tejidos
articulares y posiblemente extremidades humanas completas"
Hasta
ahora se pensaba q los cartílagos tenían una capacidad de autoreparación muy
limitada, pero la nueva investigación ha demostrado q, en realidad, los humanos
disponemos de un "interruptor oculto" q es capaz de activar el
crecimiento de los cartílagos
Para
llevar a cabo su estudio, los investigadores analizaron cartílago de las caderas,
rodillas y tobillos de 18 personas diferentes, todos ellos sometidos a una
cirugía articular x sufrir osteoartritis o traumas severos
Más
tarde, clasificaron la edad biológica de los diferentes cartílagos utilizando
un "reloj molecular" capaz de medir los cambios en dos
proteínas, la asparagina y la glutamina. Gracias a la espectrometría de masas,
los investigadores pudieron determinar q cartílagos disponían de una mayor
cantidad de proteínas y, x lo tanto, se estaban regenerando más rápidamente.
Esas muestras se clasificaron como "más jóvenes"
De
este modo, el reloj molecular mostró q el cartílago del tobillo era
notablemente más joven q el de la rodilla, q a su vez era más joven q el q
recubre la cadera. Curiosamente, ese gradiente de edad (desde las caderas
"viejas" a los tobillos "jóvenes") tiene una curiosa
semejanza con la mayor capacidad de algunas especies, como las salamandras, de
hacer crecer más y mejor las zonas periféricas de sus cuerpos, como las
extremidades
Para
los investigadores, ese parecido no se da x simple casualidad. Los humanos, en
efecto, compartimos con las salamandras un regulador, o interruptor molecular,
llamado microARN, q en estos animales controla la formación de las viscosas
yemas de sus extremidades y q en los humanos interviene en la formación de los
cartílagos
Y
resulta q ese "interruptor" se vuelve más y más activo a medida q
bajamos desde las caderas a los tobillos. "Nos entusiasmó saber (dice x su
parte Ming-Feng Hsueh, coautor del estudio) q los reguladores de la
regeneración de las extremidades de la salamandra también parecen ser los
controladores de la reparación del tejido articular en las extremidades
humanas. Y hemos llamado a esa capacidad “nuestra salamandra interior”"
Los
investigadores, además, se dieron cuenta de q el microARN también aumenta en el
cartílago de las articulaciones afectadas x osteoartritis, lo q sugiere con
fuerza q está involucrado en la reparación de esas articulaciones. Según el
estudio, esa podría ser la puerta a una clase totalmente nueva de tratamientos
para todo tipo de dolencias articulares
En
palabras de Kraus, "creemos q podríamos impulsar estos reguladores para
renovar completamente el cartílago degenerado de una articulación artrítica. Si
logramos averiguar q reguladores concretos nos estamos perdiendo en comparación
con las salamandras, podríamos incluso volver a agregar esos componentes q nos
faltan y desarrollar algún día una forma de regenerar partes o la
totalidad de una extremidad humana lesionada"