Para
proteger el honor de la auténtica pizza napolitana, desde 1984 la “Associazione
Verace Pizza Napoletana” cuenta con una serie de normas q deben cumplir
quienes quieran presumir de pizza napolitana
Además,
se encarga de conceder el sello a las pizzerías q cumplen con estos estándares
para certificar q en ellas (875 en todo el mundo) se puede disfrutar de una
auténtica pizza napolitana. Algo q acaban de conseguir las pizzerías “NAP”
En
concreto son dos de las pizzas q elaboran en este y en otros locales de
Barcelona, Madrid y San Sebastián las q han obtenido el certificado: la Margherita y
la Marinara
¿Y
q tienen de especial? Más allá de q están realmente buenas, cumplen las 8
normas marcadas x esta asociación napolitana y q afectan tanto a los
ingredientes como a la elaboración e incluso la medida. Sí, la verdadera pizza
napolitana no puede ser de cualquier tamaño: su diámetro debe ser de 35
centímetros (entre 22 y 35 en realidad, según leemos en el extenso pliego
de normas) y los bordes aireados y con una altura de entre 1 y 2 centímetros
Otro
dato q igual sorprende: la pizza pasa en el horno de leña y siempre encendido (esa
es otra norma) solo entre 60 y 90 segundos. Suficientes para q la fina masa
esté hecha, aunque aquí la destreza del pizzaiolo para conseguir q
quede homogénea con unos giros y movimientos dentro del horno es clave
Más
normas: la masa madre tiene q ser de elaboración propia, esperar 24 horas para
el levado de la masa y trabajarla de forma manual
Y
otra muy importante: se recomienda consumir la pizza nada más salir del horno
Pero,
pensándolo bien, mejor no comentar con un napolitano esto de recalentar la
pizza. Y tampoco preguntar x el tema de la piña, claro…