"Si
todavía estas aquí, Lourdes, te digo gracias de nuevo, me encantaría decírtelo
en persona". Hugh Elliot, embajador británico en España, ha grabado un
vídeo desde la estación de tren de Burgos para contar cómo en 1984, en esa
ciudad, nació su afecto x España
En
1984, durante un viaje en bicicleta desde Reino Unido hasta Santiago de
Compostela, un joven y desconocido Hugh Elliot decidió q, para ahorrar algo de
tiempo, iba a coger un tren desde Carcassonne, al sur de Francia, hasta Burgos.
Facturó su bicicleta y llegó sano y salvo a la ciudad. Pero la bicicleta se
perdió en algún vagón
"Estaba
en apuros, tenía muy poco dinero y una tienda de campaña", recuerda Elliot
en el vídeo, frente a la estación de tren, hoy convertida en un centro de ocio
Su
idea era alojarse en el camping, pero estaba muy lejos, a varios kilómetros, y
él no tenía (no lo olvidemos) su bicicleta. Así q hizo lo q la mayoría de los
españoles harían ante un dilema: buscar la solución en un bar. Templos
de sabiduría populares casi siempre abiertos
Lo
dice el propio Elliot: "Fui al bar a reflexionar. Allí me encontré
con un canadiense, Eli Rubenstein". Le cuenta su historia y Eli le explica
q él está en Burgos para visitar a su novia, llamada Lourdes (de apellido
Arnaiz, para más señas). Suponemos q él diría algo como "Ella sabrá q
hacer" (en inglés en el original)
"Cuando
ella llegó, no dudó en invitarme a alojarme con ella y su hermano en su piso en
la ciudad y volver al día siguiente a x la bicicleta". Pero cuando Elliot
regresó a la estación, la bicicleta aún no había llegado. Así q los Arnaiz
extendieron la invitación. El embajador tardó cinco días en recuperar su
apreciado medio de transporte
"Yo
estuve cinco días en su casa, comiendo en familia, sin q me dejaran pagar
nada", afirma el embajador británico. "¿En cuántos países se habría
acogido a un forastero así?", se pregunta finalmente Hugh Elliot
La
historia de Lourdes y la bicicleta de Burgos se ha viralizado en la red social
después de q el embajador la haya compartido en su perfil de “Twitter”. Y es q
la simpática anécdota explica el afecto x España del embajador, como él
reconoce en el vídeo. Un afecto q se traslada a otras tradiciones típicamente
españolas como las croquetas q, también en “Twitter”, el propio Elliot define
como "uno de los pilares fundamentales de la civilización". De nuevo,
la mayoría de los españoles estarían de acuerdo
Miembro
del cuerpo diplomático desde 1989 (lo q le llevó a Madrid como primer destino),
Elliot asumió el cargo como embajador el pasado agosto, en sustitución de Simon
Manley. Antes había sido director de Comunicación en el Ministerio para el
Brexit. Elliot es un enamorado de España, literalmente. Fue en Salamanca,
mientras trabajaba como profesor de inglés en la Universidad, donde conoció a
su mujer María Antonia (Toñi). En España nacieron también sus dos hijos.
Especialista en la Unión Europea, Elliot ha trabajado anteriormente en las
embajadas británicas de Buenos Aires y París
La
vida de Lourdes, sin embargo, sigue siendo un misterio después de 1984. Según
confirman desde la embajada británica en Madrid, de momento no ha aparecido.
Tampoco se sabe (pero podemos imaginarlo) si los burgaleses estarán pensando q
esta historia de la bicicleta del embajador es la mejor campaña promocional de
su ciudad q podrían haber imaginado