domingo, 6 de octubre de 2019

uN oáSiS eN MaRTe…



Marte es uno de los últimos sitios donde alguien sensato querría vivir. La ausencia de campo magnético y su tenue atmósfera no evitan q la radiación solar arrase su superficie. El aire es irrespirable y la falta de agua provoca cambios de temperaturas de hasta 90ºC en un mismo día. Sin embargo, el robot de exploración “Curiosity”, de la “NASA”, acaba de descubrir q al menos una vez hubo un oasis en Marte

Un estudio q se publicó ayer en “Nature Geoscience” ha detallado cómo, hace unos 3.500 millones de años, hubo agua salada en estanques pocos profundos en el cráter Gale, la cuenca de 150 kilómetros de ancho q el “Curiosity” lleva siete años explorando. Dado q el agua salada se congela con más dificultad, el hallazgo indica q pudo haber agua líquida durante una parte más extensa de la historia de Marte

En opinión de William Rapin, director de la investigación y científico del (Caltech) en EEUU, esto es clave: “Comprender cuándo y cómo el clima del planeta comenzó a evolucionar es la pieza de un puzzle: ¿cuándo y durante cuánto tiempo fue Marte capaz de albergar vida?”, ha dicho en un comunicado

Las huellas geológicas de Marte, hoy silenciosas e inertes, hablan de un pasado húmedo, con lagos y océanos. Pero el clima cambió, el agua se secó y las temperaturas se desplomaron

En esta ocasión, las sales examinadas en el cráter Gale indican la acumulación de agua salada en estanques poco profundos y q alguna vez estuvieron rodeados x llanuras desérticas. La pregunta clave es si alguna vez pudieron ser un auténtico oasis para microbios marcianos

“Es la primera vez q se demuestra con datos in situ q las aguas de Marte fueron, al menos durante una fracción significativa de tiempo, muy saladas”, ha explicado Alberto González-Fairén, científico del Centro de Astrobiología (CAB-CSIC) implicado en TWINS, una estación metereológica de la misión “InSight”. Tal como ha añadido, esto tiene importancia a la hora de estudiar la habitabilidad pasada de Marte, ese rango de condiciones ambientales en las q el planeta rojo podría, o no, haber sido capaz de albergar vida

El “Curiosity” lleva años examinando el interior del vasto cráter Gale. En su centro, formadas tras un antiguo impacto, hay una elevación (el Monte Sharp) en el q están registrados diferentes capítulos de la historia de Marte. “El cráter se llenó con agua y sedimentos, poco a poco (q reflejan cómo fue cada época)”, ha señalado González Fairén. “Después, el cráter se secó, y posteriormente sufrió una intensa erosión eólica, q excavó los sedimentos parcialmente, dejando un monte central”

Es en ese monte central donde “Curiosity” está rastreando las paredes para reconstruir la historia geológica de Marte, depositada en capas hace miles de millones de años

En esta ocasión, este geólogo robótico ha analizado lo q parecen ser unos sedimentos formados cuando el clima de Marte era todavía más seco, y q contrastan con analizado en la parte baja del cráter, donde el robot descubrió evidencias de lagos hoy desaparecidos

En concreto, los investigadores han examinado una capa de rocas sedimentarias, llamada «Isla Sutton» y que alcanza una altura de 150 metros, que Curiosity visitó en 2017. La presencia de sales minerales, mezcladas con sedimentos, sugiere que cristalizaron en un ambiente húmedo: en concreto, en un superficial estanque de agua salada