jueves, 1 de octubre de 2020

¿La oCTaVa MaRaViLLa DeL MuNDo?...


 Los buzos polacos afirman q han encontrado los restos de un barco alemán de la Segunda Guerra Mundial q puede ayudar a resolver un misterio de décadas: el paradero de la Cámara de Ámbar, también conocida como la “octava maravilla del mundo”

En 1701 el escultor barroco Andreas Schülter diseñó la Cámara de Ámbar para el palacio de Berlín de Federico I de Prusia. Se trataba de una estancia con intrincados paneles tallados y mosaicos confeccionados con ámbar de color miel, decorada con piedras semipreciosas, sobre un fondo de pan de oro. Sus dimensiones, aproximadas, eran de unos 55 metros cuadrados, y estaba compuesta x unas seis toneladas de ámbar

En 1716, Federico Guillermo I de Prusia regalaba la cámara al zar Pedro I el Grande, y esta recorrió los 1.700 Km. q separaban Berlín y la actual Pushkin, próxima a San Petersburgo. La estancia sobrevivió, x sorprendente q pueda parecer, a la Revolución Rusa (1917) y llegó intacta a la Segunda Guerra Mundial

Pero durante la invasión de Rusia (operación Barbarroja), los nazis la desmantelaron y la llevaron al castillo de Kaliningrado. Desgraciadamente, en el verano de 1944 los aliados bombardearon la ciudad y el castillo q albergaba la estancia fue destruido. Aquí se desvanecía tan preciado tesoro

La única pista se cierne sobre el vapor “Karlsruhe”, q zarpó de la entonces ciudad portuaria alemana de Königsberg en 1945 con un cargamento pesado antes de q los aviones de combate soviéticos lo hundieran frente a las costas de Polonia

Los investigadores señalan q ahora han hallado sus restos. “Está prácticamente intacto. En sus bodegas descubrimos vehículos militares, porcelana y muchas cajas con contenido aún desconocido”, ha señalado Tomasz Stachura, uno de los buzos, en un comunicado

De acuerdo con el periódico “The Guardian”, el barco había estado participando en la Operación Hannibal, una de las evacuaciones marítimas más grandes de la historia, q ayudó a más de un millón de soldados alemanes y civiles de Prusia Oriental a escapar del avance soviético hacia el final de la Segunda Guerra Mundial

La documentación de la época sugiere q el buque partió de Königsberg a toda prisa con una gran carga y 1.083 personas a bordo. “Todo esto, en conjunto, estimula la imaginación humana. Encontrar el vapor alemán y las cajas con contenido aún desconocido descansando en el fondo del mar Báltico puede ser significativo para toda la historia”, ha apuntado Tomasz Zwara, q también ha participado en la expedición