Lo prometido es deuda, y después (según
Herrezuelo) de año y medio, x fin pude hacerle la preciada visita guiada q la
debía x la ciudad de León. Aún nos han quedado cosas en el tintero, x lo q
debemos resolverlo en un futuro, espero, q no muy lejano…
Comenzamos en el Musac, donde después de
darles las explicaciones pertinentes, procedimos a comer la “oferta” de
hamburguesa de buey y sepia. Creo q nos timaron, xq nos pusieron dos raciones
de patatas (grandes, eso sí) para poder compartir, pero en principio eran menús
individuales… Entre eso y q me clavé una maldita astilla en el dedo, apañe la
tarde, jajaja
Al salir de allí, tomamos un cafetín
para reponer fuerzas y no dormirse y comenzamos a caminar para enseñarle los
mejores monumentos y curiosidades de la ciudad de León. La primera parada fue
el parador de San Marcos y el Auditorio. Allí, bajo la atenta mirada del peregrino,
atendían como alumnas de post-grado a mis explicaciones. Breves pero intensas,
como deben de ser, jajaja
Después proseguimos a pedir cita en la
peluquería de Muelis y continuamos hasta Espacio Vías, la estación de Matallana
y la iglesia de Renueva. Una de las zonas q quería visitar y q nunca lo había hecho,
era poder subir x las escaleras de colores de la calle Álvaro López Nuñez,
donde Herrezuelo y yo buscamos una de las curiosidades q hay escondidas en los
bordillos… Tras bajar x ellas como Lina Morgan en el Teatro de la Latina,
continuamos hasta el arco de la cárcel… Sofí nos dejó aquí tirados… Allí Laura
repuso fuerzas tomando agua de la fuente de la plaza del Espolón (q luego
descubrimos q no era agua potable, esperemos q las E.Coli no hagan acto de
presencia en su organismo)
Llegamos a uno de los puntos más bonitos
de la zona, la plaza de la Basílica de San Isidoro. Tras contarles la historia
del cáliz y del panteón de los Reyes, seguimos la ruta hacía el palacio de Los Guzmanes
y la casa Botines. Las pobres estaban cansadas, pero yo seguía con mis
explicaciones. Aquí Muelis nos abandonó para q Django pudiera hacer sus
necesidades, pero seguimos el trío calavera. Uno de los lugares q quería q
visitaran era el palacio del Conde Luna, la entrada era gratuita y tuvimos la
suerte de tener visita guiada. Antes de esto, Herrezuelo se enfundo la malla,
el casco y la espada y posó como una Stark en busca de venganza, jajaja. Menos
mal q lo hizo antes de q la chica nos contase desde el lugar “negro” los
fenómenos q allí han ocurrido
Para terminar la visita, q mejor
manera q descansando tomando una cañita en la plaza Mayor, ¿no? Pues allí q
estuvimos descansando y reponiendo fuerzas. Una pena no poder seguir con la
visita de más lugares de la ciudad, pero eso queda pendiente para una segunda
ruta turística, en la q puede haber otras sorpresas…
PD: Gracias x la cerveza señorita
Herrezuelo :)