jueves, 21 de septiembre de 2017

TaRDe CuLTuReTa…


Lo prometido es deuda, y después (según Herrezuelo) de año y medio, x fin pude hacerle la preciada visita guiada q la debía x la ciudad de León. Aún nos han quedado cosas en el tintero, x lo q debemos resolverlo en un futuro, espero, q no muy lejano…

Comenzamos en el Musac, donde después de darles las explicaciones pertinentes, procedimos a comer la “oferta” de hamburguesa de buey y sepia. Creo q nos timaron, xq nos pusieron dos raciones de patatas (grandes, eso sí) para poder compartir, pero en principio eran menús individuales… Entre eso y q me clavé una maldita astilla en el dedo, apañe la tarde, jajaja

Al salir de allí, tomamos un cafetín para reponer fuerzas y no dormirse y comenzamos a caminar para enseñarle los mejores monumentos y curiosidades de la ciudad de León. La primera parada fue el parador de San Marcos y el Auditorio. Allí, bajo la atenta mirada del peregrino, atendían como alumnas de post-grado a mis explicaciones. Breves pero intensas, como deben de ser, jajaja

Después proseguimos a pedir cita en la peluquería de Muelis y continuamos hasta Espacio Vías, la estación de Matallana y la iglesia de Renueva. Una de las zonas q quería visitar y q nunca lo había hecho, era poder subir x las escaleras de colores de la calle Álvaro López Nuñez, donde Herrezuelo y yo buscamos una de las curiosidades q hay escondidas en los bordillos… Tras bajar x ellas como Lina Morgan en el Teatro de la Latina, continuamos hasta el arco de la cárcel… Sofí nos dejó aquí tirados… Allí Laura repuso fuerzas tomando agua de la fuente de la plaza del Espolón (q luego descubrimos q no era agua potable, esperemos q las E.Coli no hagan acto de presencia en su organismo)

Llegamos a uno de los puntos más bonitos de la zona, la plaza de la Basílica de San Isidoro. Tras contarles la historia del cáliz y del panteón de los Reyes, seguimos la ruta hacía el palacio de Los Guzmanes y la casa Botines. Las pobres estaban cansadas, pero yo seguía con mis explicaciones. Aquí Muelis nos abandonó para q Django pudiera hacer sus necesidades, pero seguimos el trío calavera. Uno de los lugares q quería q visitaran era el palacio del Conde Luna, la entrada era gratuita y tuvimos la suerte de tener visita guiada. Antes de esto, Herrezuelo se enfundo la malla, el casco y la espada y posó como una Stark en busca de venganza, jajaja. Menos mal q lo hizo antes de q la chica nos contase desde el lugar “negro” los fenómenos q allí han ocurrido
Para terminar la visita, q mejor manera q descansando tomando una cañita en la plaza Mayor, ¿no? Pues allí q estuvimos descansando y reponiendo fuerzas. Una pena no poder seguir con la visita de más lugares de la ciudad, pero eso queda pendiente para una segunda ruta turística, en la q puede haber otras sorpresas…


PD: Gracias x la cerveza señorita Herrezuelo :)