martes, 28 de marzo de 2017

LoS aGuJeRoS NeGRoS No SoN NueSTRoS eNeMiGoS…



Todo el mundo se hace una idea de más o menos q es un agujero negro, pero los detalles no son tan fáciles de comprender. X aquí hemos hablado alguna vez de q hay un montón de cosas q la gente desconoce de estas gigantescas bestias tragalotodo (qa veces no “tragan” tanto) e incluso de q hay unas cuantas creencias populares q no son ciertas

Primero: el agujero negro más cercano a la Tierra está a 26.000 años luz, de modo q tendríamos varias decenas de miles de años de tranquilidad sin preocuparnos x el hecho de q “nos vaya a tragar”. Eso si acaso nos dirigiéramos allí, q tampoco es el caso. Estamos hablando de Sagitario A*, en el centro de la Vía Láctea, y su “esfera de influencia” es de tan solo 10 años luz; el resto de las estrellas siguen tranquilamente dando vueltas alrededor x los siglos de los siglos

Segundo: esto es xq estar cerca de un agujero negro no implica q te trague inmediatamente. Imaginemos el sistema Sol‑Tierra. Si el Sol se convirtiera mágicamente en un agujero negro de la misma masa en un instante cualquiera, pasando a ser un agujero negro mucho más pequeño, el centro de masas y la atracción gravitacional serían las mismas. De modo q la Tierra seguiría orbitando ese nuevo “sol-negro” como hasta ahora, y daría vueltas y vueltas durante miles y miles de años más. Como dicen en el vídeo “tal vez echaríamos un poco en falta la radiación” y haría un frío de tres pares, pero aparte de eso la Tierra no se vería instantáneamente atraída a un abismo oscuro de forma inexorable como se suele pensar


Mi favorita de todas estas cuestiones es el pánico asusta viejas q pone los pelos como escarpias sobre las increíbles fuerzas gravitatorias q tienen los agujeros negros… Aunque dependiendo de su tamaño y masa algunos son incluso menos densos q el aire y cuando se atraviesa su horizonte de sucesos no se nota absolutamente nada extraño aunque, eso sí: ya no se puede salir de allí nunca jamás. Quizá hasta estamos dentro de uno de ellos y ni nos damos cuenta…