Este experimento
microscópico está inspirado en el clásico videojuego PacMan. Recrea
el videojuego a escala microscópica: en total el laberinto mide menos de
un milímetro de diámetro
El laberinto
lo ocupan microorganismos. Los unicelulares, más pequeños y de color
gris, hacen las veces de Pacman; los multicelulares más grandes de color
verde juegan el papel de los fantasmas
A pesar de su
apariencia lúdica, el uso de un entorno de laberinto inspirado en el videojuego
de los años de 1980 ayuda a estudiar los microorganismos y recrea un
entorno de laboratorio más realista: “en la naturaleza estos microorganismos
viven en musgos y líquenes y tierras húmedas, lo q significa q se mueven x complejos
sistemas de canales y estructuras, no en espacios planos y abiertos como
son las placas de Petri utilizadas habitualmente para su estudio”, explica el profesor
Erik Andrew Johannessen
De modo q el
laberinto microscópico (iluminado con luz de neón para acentuar el efecto)
ofrece a los microorganismos los obstáculos, paredes o pasillos como
los q se encontrarían en sus hábitats naturales protozoos eucariotas
(animales de una célula) como la euglena o multicelulares como los ciliophora o
los rotíferos, q son algunos de los microorganismos q aparecen en el vídeo