La claridad entraba x la pequeña
abertura de las cortinas q dejé a posta para poder despertarnos lentamente…
Pero nuevamente fue Lauris la q dijo “chacho, en pie”, jajaja. Y mientras ella
iba acicalándose, yo retozaba los últimos minutos en la comodísima cama de Ikea
(q bien dormí las dos noches, pero q colchón más cómodo, de 10). Tras ducharme
yo también y acicalarme, bajamos a la cocina donde el resto estaban preparando
el desayuno. Zumito casero de naranjas recién exprimidas x ese exprimidor
eléctrico q cada dos x tres se atascaba, ricas tostadas con tomate, aceite y
jamón serrano, y unos petit suisse q sobraban del día anterior, jajaja
Después de esto y recoger la casa,
tuvimos q abandonarla (así, sin nominaciones ni nada, jajaja), y nos fuimos a
visitar “Cosovisión”, un pequeño documental de unos 15 minutos de duración,
donde se veía la famosa plaza de Peñafiel, la plaza del coso, llena de gente
mientras celebraban los festejos taurinos en las fiestas de San Roque o la
famosa bajada del ángel (esa en la q un niño sale de un huevo y suelta una
paloma mientras este patalea…). Aira visionó ese video donde se veían a los
toreros y a los recortadores, mientras decía q el toro tenía daño. Menos mal q
el castillo salió varias veces en pantalla y eso la emocionaba, jajaja
Al terminar este “gran” visionado, nos
fuimos hasta la casa de la Ribera, donde teníamos reservada la visita
teatralizada a una vivienda de principios del Siglo XX (concretamente en 1910),
la verdad es q esta visita estuvo genial, ya q los inquilinos de la casa
“Mariano y Tomasa” interactuaban con los turistas… A la pobre Aira le asustó
Mariano al principio, cuando entró en la taberna con la escoba, y más tarde
Tomasa, cuando hablaba alto enseñándonos su ajuar y el q estaba preparando para
su hija… Mariano se fijó en mí como mozo para ayudarle a sacar al ganado o
vendimiar, con pensión completa y cama caliente, ya q me ofrecía el pesebre,
junto con los animales. También se fijó en Manu, q le dio la escoba para q le
barriese la taberna. Tomasa también me comento q a partir de las 8 me enseñaría
a rezar a solas en su habitación… Si se hubiera enterado Mariano… Jajaja. Para
finalizar la visita, nos invitaron a todos a un corto de vino o a un mosto,
mientras degustábamos unas ricas pastas
Y llegó la hora del vermú, así q nos
fuimos a comer a un restaurante donde poder poner el broche de oro a este
fabuloso fin de semana. Aira disfrutó como una enana mientras estaba en la
piscina de bolas. Hay q ver lo bien q se portó durante todo el viaje, incluso
después de darse un pequeño coscorrón con una viga del museo del vino, q se
encontraba en el propio castillo… ¡Menos mal q estaba Silvo para sacarle una
sonrisa! ¡Q guapina eres Aira, nos lo has hecho pasar a todos genial! Queremos
más viajes contigo y con el resto
PD: Dar las gracias a Kike x las fotos
tan chulas q nos hizo :)