domingo, 9 de octubre de 2016

uN PoSiBLe Día PeRFeCTo…


El día prometía y Jess cumplió su palabra, la de invitarnos a desayunar en “El Flecha”. Después de q cada uno pidiera su croissant con café, su tostada con su zumo y demás, nos fuimos hasta el centro comercial para q Jess cambiara su modelito de parka q no le convencía x otra cosa. Tras una ardua selección de modelitos en los q salía del probador mientras el resto mirábamos para las ampabardas, se decantó x un vestido muy bonito

Sergio ya no podía más y nos hizo esprintar hasta el Museo de León para poder llegar a la exposición de Dalí y Miró. Recorrimos la distancia entre “León Plaza” hasta Santo Domingo en apenas 20 minutos… Llegamos extasiados y lo peor de todo, la visita guiada ya había comenzado!!! El guía lo hizo genial y nos explico las diferentes láminas q allí se encuentran expuestas

Tras ver la exposición, Jess se fue con los amigos de Óscar, x lo q nos quedamos solamente Lauris, Sergio y yo para comer las sobras q habían sobrado en la cena de la noche anterior… Deberíamos de habernos ido al hayedo a eso de las 2 de la tarde, pero Sergio debe de entender q no pueden salir a la perfección los horarios planteados, x lo q todo se aplazo hasta las 4 de la tarde. Allí, a bordo de los mandos de su Megane, nos adentramos en la montaña leonesa. Toda una  experiencia la de ir en el coche de Sergio…

La primera parada fue la cascada de Nocedo, q Lauris nunca había visitado. Le gustó mucho, y allí nos encontramos con Juan Carlos y sus amigos, q también estaban de visita. Tras esto, nos adentramos en el interior de las hoces de Valdeteja y tras aparcar Sergio en una propiedad privada, comenzamos a ascender x una antigua calzada romana x entre avellanos y hayedos. Es una pena q aun los colores del otoño no hayan hecho su verdadera entrada, pero será un placer poder volver para verlo de nuevo

Poco a poco íbamos ascendiendo al hayedo favorito de Sergio, allí donde se encuentra espiritualmente con su “otro yo”. La pequeña ruta servía para q Sergio pudiera ir memorizando diversos conceptos para su futuro examen. No vimos ningún oso, corzo o similar, pero si pudimos contemplar una caquita de zorro… O eso nos hizo creer, jejeje. Al llegar a un claro donde habían talado un montón de escobajos, pudimos contemplar la preciosa estampa de la montaña leonesa al atardecer. No sé si sería el famoso pico “huevo”, pero Sergio parecía entender q de él se trataba. Como punto a favor para Sergio, tengo q decir q compartió sus frutos secos y chocolate negro. Muchas gracias x esos detalles q nosotros no llevábamos

Al marchar de allí volvimos de nuevo para León, ya q yo tenía una deuda pendiente q saldar con Lauris y Jess. Pagar una cena en el restaurante el “Zielo” x no creerme q Lauris se fue a veranear a Cuba…La cena muy buena, ya q acabamos todos para el arrastre de lo q comimos… Q panzada x Dios!!! Fue un momento muy emotivo poder estar hablando de diversos temas en los q Sergio siempre parece discrepar!!! Jajaja, a veces pienso q va a contra corriente de la gente, y es cierto. Es único… Lo mejor q pudimos hacer para bajar la copiosa cena fue dar un gran paseo x León, donde la noche acompañaba y eso había q aprovecharlo. Una visita x el mercado medieval, a rebosar de gentío hace q León en San Froilán este precioso

La noche no terminó ahí y como no, tenía q terminar con polémica mientras nos tomábamos algo en “La casuca”… “Obligamos” a Sergio a q tuviera un detalle con nosotros y q nos pagase las consumiciones, pero lo mejor es no volver a decirle nada, xq ya comenzó con otro de los sermones de la noche, jajaja. Fue un detalle obligado q nos invitara, pero bueno, para otra vez si quiere, q salga de él

Al fin y al cabo, el día fue muy divertido, y lo mejor de todo es q el fin de semana aun no había terminado ahí…