Braga es la tercera ciudad en
importancia de Portugal. Una ciudad muy católica, muy tradicional y también muy
bonita. Merece la pena visitar el monasterio de Bom Jesus do Monte. Esta fue la
primera parada. Se encuentra en lo alto de la ciudad y desde allí arriba se
contemplan unas vistas espectaculares de la ciudad. Para los vagos, como es mi
caso, la subida se puede hacer x las escaleras (582 escalones) hasta llegar
arriba, o bien en funicular x el módico precio de 1,2 euros… Obviamente, subí
sentado, jajaja. Lo q si hice luego, fue bajar andando los escalones. No se
hizo pesado, ya q cada poco había fuentes en las q podías refrescarte y seguir
el camino
Una visita q me gustó mucho y q
recomiendo si sois futboleros u os gusta la arquitectura, es visitar el estadio
municipal de Braga, q está construida sobre una cantera. Es muy curioso ya q
solamente dispone de dos graderíos, y los laterales del estadio se encuentran
abiertos dando un lateral con vistas a la ciudad y el otro con vistas al monte
Ya en la ciudad también me sorprendió.
No x su catedral, q repito, ante la de León, llaman cualquier cosa catedral,
jejeje, pero bueno, para ellos es una catedral. Tengo q decir q aquí nuevamente
me timaron con creces al comprar unas postales y unos imanes… Lo q iban a ser 9
euros se convirtieron luego en 10 y x no discutir con la paisana, le di la
razón… Pero vamos, no compréis nunca en la tienda de recuerdos de la esquina de
la puerta de la catedral
Un lugar como retroceder en el tiempo
fue pasear x los jardines de Santa Bárbara. Me recordaron al León de los 80, no
se xq, pero me gustó esa zona de la ciudad. Como dije antes, esta ciudad se
caracteriza x la gran cantidad de iglesias q hay. Si bien es cierto q también
no son tan llamativas como las de Coimbra u Oporto, estas tienen un toque más castizo
y como más extremeño
Una zona muy peculiar fue pasear x la
calle Do Souto. Las tiendas me recordaban como pasear x Burgo Nuevo con sus
pequeñas tiendas y sus amplias terrazas donde al final, en una enorme plaza,
uno se podía sacar fotos con las letras de la ciudad
Estuvo bien poder parar para conocer esta
ciudad, poder hacer un pequeño tentempié a base de queso y aceitunas negras
aliñadas con albahaca y aceite de oliva. Pero si algo me llamó la atención, fue
sin duda el monasterio de Bom Jesus do Monte. Lo recomiendo sin lugar a dudas,
solamente x la tranquilidad de la zona y sus maravillosas vistas