domingo, 8 de septiembre de 2019

aSí Fue eL úLTiMo Día De LoS DiNoSauRioS…



La península de Yucatán (México) esconde en su extremo noroeste, enterrado bajo cientos de metros de sedimentos, el costurón dejado x uno de los acontecimientos más sobrecogedores y trascendentales en la historia de la Tierra. Es el gigantesco cráter de Chicxulub, de 200 kilómetros de ancho, donde hace unos 65 millones de años impactó un meteorito de 10 km con una fuerza equivalente a la de diez mil millones de bombas atómicas como la de Hiroshima. El violentísimo choque incendió los bosques, desencadenó un tsunami brutal y expulsó tanto azufre a la atmósfera q bloqueó la luz del Sol, lo q finalmente condujo a la desaparición del 75% de la vida existente, incluidos los dinosaurios

Ese ha sido el escenario planteado tradicionalmente x los científicos para explicar una de las cinco grandes extinciones masivas registradas en la Tierra. Y esa es la hipótesis q respalda un nuevo estudio en el q ha participado el Centro de Astrobiología, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), tras analizar las rocas extraídas de la zona central del cráter mexicano. El material de la “zona cero”, recuperado x el Programa Internacional de Descubrimiento Oceánico (IODP) en 2016 desde una plataforma de perforación en alta mar, ha permitido a los investigadores describir con un detalle sin precedentes cómo fueron las primeras 24 horas después del impacto. Los resultados aparecen publicados en el último número de la revista “Proceedings of the National Academy of Science (PNAS)”

“Con este estudio sabemos mejor lo q sucedió durante e inmediatamente después del impacto. Podemos ver cuánta roca se derritió y vaporizó, cómo la presencia del agua de mar afectó los cráteres y podemos hacer cálculos sobre la cantidad de azufre q fue expulsado de las rocas”, apunta Jens Ormö, investigador del Centro de Astrobiología y coautor del estudio. Los autores estiman q la explosión del asteroide carbonizó toda la vegetación situada a miles de kilómetros a la redonda del impacto y desencadenó un tsunami imposible de imaginar, q llegó hasta el interior de Norteamérica, a más de 2.000 kilómetros de distancia. Dentro del cráter, encontraron carbón vegetal y también un biomarcador químico de la presencia de hongos del suelo dentro o justo encima de capas de arena, signo de haber sido depositado x un reflujo de aguas. Estos hallazgos sugieren q el paisaje carbonizado fue arrastrado hacia el cráter x el retroceso de las aguas del tsunami

La mayor parte del material q rellenó el cráter en las horas posteriores al impacto se originó en el mismo lugar o fue arrastrado x el agua del océano q fluyó de nuevo hasta allí desde el Golfo de México circundante. En un solo día se depositaron alrededor de 130 metros de material, una tasa vertiginosa de acumulación q demuestra q al impacto le sucedió un infierno de corta duración a nivel local, seguido de un largo período de enfriamiento global. No en vano Chicxulub significa en la lengua maya “pozo del diablo”. “Se achicharraron y luego se congelaron”, afirma en referencia a los dinosaurios Sean Gulick, profesor en el Instituto de Geofísica de la Universidad de Texas y autor principal del estudio. “Aunque no todos, muchos dinosaurios murieron ese día”, concluye

Örmo indica q los sedimentos revelan “enormes energías de transporte q son mucho más grandes q cualquier otra inundación catastrófica conocida en el planeta. El agua densa y llena de escombros se movía con velocidades q equivalían a la del viento de los huracanes”

El equipo encontró rocas fundidas y fragmentadas como areniscas, calizas y granitos, pero nada de azufre en el núcleo. Esto resultaba desconcertante, ya q el área q rodea el cráter está llena de rocas ricas en azufre. ¿Adónde fue a parar? El hallazgo apoya la teoría de q el impacto del asteroide vaporizó los minerales ricos en azufre presentes en el lugar del impacto y lo liberó a la atmósfera, q se volvió opaca a la luz solar. Esto causó profundos cambios en el clima de la Tierra, q sufrió un enfriamiento global. Los investigadores estiman q al menos 325.000 millones de toneladas métricas habrían sido lanzadas a la atmósfera x el impacto. Esa cantidad es alrededor de diez mil veces superior a todo el azufre q fue expulsado a la atmósfera durante la erupción del volcán Krakatoa (Indonesia) en 1883, q provocó un descenso promedio de 2,2 grados en la temperatura global durante cinco años

Fue precisamente este cambio climático global el q causó la extinción masiva, no solo de los dinosaurios, sino también de la mayoría de las criaturas q habitaban el planeta en ese momento. “El verdadero asesino tiene q ser atmosférico”, señala Gulick. “El impacto fue el golpe mortal durante un tiempo en q la biota estaba bajo un fuerte estrés x las grandes erupciones volcánicas en lo q hoy es la India. Posiblemente, cada proceso en sí mismo tal vez no hubiera causado una extinción de estas proporciones, pero el impacto llegó en el momento crítico”, añade Ormö

Los sedimentos depositados en esos primeros instantes “nos permiten saber cómo fue el primer día del Cenozoico, el primer día de una nueva era dominada x los mamíferos y eventualmente x nuestra propia especie”, continúa el investigador. Y reflexiona: “Una especie q ahora, x otras causas como la contaminación masiva de los océanos y de la atmósfera, ha iniciado la sexta y última extinción masiva. Tal vez todavía estamos a tiempo de aprender algo del pasado”