La voz de esta chica sueca de 15 años
suena sincera, rotunda, diáfana. Su intervención en la conferencia de la
ONU sobre cambio climático (celebrada en Katowice, en
Polonia) produjo en el auditorio inquietud y desasosiego. Fueron tres golpes a
la conciencia de muchos. Greta Thunberg, desde el estrado, sacó los
colores a la comunidad internacional x los insuficientes avances en
la lucha contra el calentamiento del planeta. “Nuestra biosfera está
siendo sacrificada para q los ricos de países como el mío puedan vivir
lujosamente; pero el sufrimiento de muchos está pagando los lujos de unos
pocos”, espetó
Sorprende la madurez de esta muchacha,
q habla como si llevara a cuestas un enorme peso de responsabilidad, en
contraste con la infantil despreocupación propia de las personas de su edad.
Tal vez, sea un anticipo de las voces de las futuras generaciones q
piden un desarrollo económico no destructivo. A ella, un calentamiento muy
acusado a final de siglo no le resulta algo tan lejano. En el 2078 celebrará su
75 cumpleaños. Entonces, “si tengo hijos, quizás me preguntarán xq (vuestra
generación) no hizo nada cuando aún había tiempo para actuar”, soltó en su
discurso. Fue un segundo golpe q buscaba llegar al alma de su auditorio
Greta Thunberg se subió al estrado de
la conferencia de Katowice, tras haber protagonizado una meteórica carrera
hacia la fama desde q en agosto se hizo popular en su país (y en medio mundo)
al protagonizar una huelga en solitario para protestar contra la inacción
frente al cambio climático
Cada mañana, esta muchacha diminuta,
con pecas, trenzas y sonrisa esquiva y fugaz, acudía a la puerta del Parlamento
sueco, en el centro de Estocolmo, para sentarse en la acera y desplegar su
pancarta para protestar contra la inacción frente al calentamiento. Al
principio, sus compañeros de clase no aceptaron la huelga; pero al final su
gesto fue seguido dentro y fuera del país x muchos otros jóvenes del movimiento
para la justicia climática, q la llevaron en volandas a Katowice. Su protesta
sacudió a la opinión pública sueca, tocada x la ola de calor y los incendios
forestales, q habían desbordado la capacidad de respuesta en el verano más
caluroso de este país (con series meteorológicas q tienen 262 años)
“Estoy haciendo esto xq nadie más está
haciendo nada. Es mi responsabilidad moral hacer lo q pueda. Quiero q los
políticos den prioridad al cambio climático, q presten atención a este asunto y
lo traten como una crisis”, solía contestar a quienes le preguntaban x su
protesta
Su activismo adolescente tal vez sea
el fruto de una sociedad donde los omnipresentes mensajes a favor de la
conservación del medio ambiente han reaccionado con los temores a un cambio
climático rápido y fuera de control. De pequeña, sus padres le decían q debía
apagar las luces de casa, ahorrar energía, reciclar, ahorrar recursos
naturales. Con 8 años empezó a oír hablar del calentamiento del planeta
X eso, sus primeros pasos hacia la
edad adulta están plagados de reflexiones q ponen en la picota la incoherencia
de los mayores. Si la crisis climática es tan grave como dicen los científicos,
“¿xq ésta no es la primera noticia cuando enciendes la televisión, escuchas la
radio o lees los periódicos?