Oumuamua, el primer viajero interestelar captado x la
tecnología humana sigue siendo un misterio. Descubierto en 2017, este cuerpo de
forma extrañamente alargada y q se aceleraba sin motivo aparente fue primero
considerado un asteroide, después un cometa y hasta hubo teorías
que apuntaban a q se trataba de una nave espacial varada. Ahora, un nuevo
estudio publicado en “Astrophysical Journal Letters” intenta arrojar luz sobre
su origen y composición, descartando q la estructura del primer objeto q cruza
el Sistema Solar proveniente de otro vecindario cósmico diferente
esté hecha de hielo de hidrógeno molecular, como apuntan las últimas
teorías
Este año, un equipo sugería en un estudio anterior q
podría ser un iceberg de hidrógeno molecular (H2). La investigación,
realizada x Seligman & Laughlin con datos de las observaciones del Telescopio
Espacial Spitzer, estableció límites estrictos sobre la desgasificación de
moléculas basadas en carbono, sugiriendo precisamente q si el cuerpo era un
iceberg de hidrógeno, el gas hidrógeno puro le habría dado el empuje,
explicando la aceleración q los científicos no pueden responder y q, además,
habría eludido la detección x parte de los instrumentos humanos
Sin embargo, ahora los expertos de Centro de
Astrofísica de Harvard y Smithsonian (CfA) y del Instituto de
Astronomía y Ciencias Espaciales de Corea (KASI) refutan esta teoría, ya q,
según sus cálculos, un objeto así no podría haber hecho un viaje desde el
espacio interestelar hasta nuestro Sistema Solar sin desintegrarse
“La propuesta de Seligman y Laughlin parecía
prometedora xq podría explicar la forma alargada extrema de Oumuamua, así como
la aceleración no gravitacional. Sin embargo, su teoría se basa en la
suposición de q el hielo H2 podría formarse en densas nubes moleculares. Es
cierto, los objetos de hielo de H2 podrían ser abundantes en el universo y, x
lo tanto, tendrían implicaciones de gran alcance. El hielo de H2 también se
propuso para explicar la materia oscura, un misterio de la astrofísica moderna”,
explica en un comunicado Thiem Hoang, investigador principal del grupo de
astrofísica de KASI y autor principal del artículo. “Queríamos no sólo probar
los supuestos de la teoría, sino también la proposición de la materia oscura”
X su parte, el controvertido Avi Loeb, profesor de
ciencia Frank B. Baird en Harvard y coautor del artículo (así como uno de los
impulsores de la teoría de q Oumuamua es una nave extraterrestre varada),
agregó: “Viajando a una velocidad de 196.000 mph en 2017 (momento en el q se
descubrió este cuerpo x primera vez), Oumuamua se clasificó x primera vez como
un asteroide, y cuando luego aceleró, se descubrió q tenía propiedades más
similares a las de los cometas. Pero el objeto interestelar de 0,2
kilómetros de radio tampoco encajaba en esa categoría, y su punto de
origen sigue siendo un misterio”
Así, los investigadores se centraron como posible
candidata original en la nube molecular gigante (GMC) W51, una de las GMC más
cercanas a la Tierra a solo 17.000 años luz. Pero según sus cálculos,
sería imposible q Oumuamua hubiera realizado un viaje tan largo hasta el
Sistema Solar de forma tan “entera”. “El lugar más probable para hacer icebergs
de hidrógeno es en los entornos más densos del medio interestelar. Se
trata de nubes moleculares gigantes”, dijo Loeb, confirmando q estos entornos
están demasiado lejos y no son propicios para el desarrollo de icebergs de
hidrógeno
Los autores del estudio consideran q los icebergs de
hidrógeno no podrían sobrevivir a ese viaje, q probablemente supondría cientos
de millones de años, xq “se evaporan demasiado rápido”, indica Loeb
Si bien la naturaleza del viajero interestelar es actualmente un misterio sin resolver, Loeb sugiere q no lo seguirá siendo x mucho más tiempo, especialmente si no está solo. “Si Oumuamua es miembro de una población de objetos similares en trayectorias aleatorias, entonces el Observatorio Vera C. Rubin (VRO), q está programado empezar a funcionar el próximo año, debería detectar aproximadamente un objeto similar a Oumuamua cada mes”. La comunidad científica espera resolver el enigma del primer viajero interestelar muy pronto