Q final tan
bonito en las olimpiadas q ganar 4 medallas, un oro en salto de altura, una
plata en gimnasia artística y dos bronces, uno para la selección de baloncesto
y otra para el ciclismo mountain bike. Q bonito chic@s!!!
Empezamos con
el oro, ese ansiado oro para la atleta cántabra Ruth Beitia. Miró la barra.
Habló con ella. Desafíó a ese objeto inerte. El listón es su amigo. Extendió
un brazo. Movió los dedos como si tocara un piano. Sinfonía olímpica. Ese
listón tuvo con ella una cuenta pendiente desde los Juegos de Londres, cuando
acabó cuarta a tres centímetros del podio. Esta ha sido su segunda oportunidad
y posiblemente la última. Saltó 1,93 metros y se volvió loca. Es el sueño de 26
años dedicada a dialogar con ese listón q tanto tiempo ha tardado en darle el
título q merecía. Tenía trece grandes campeonatos, mundiales y europeos,
pero ningún metal olímpico. Ahora ya está a la altura del oro. Historia del deporte
español. Un salto enorme
Seguimos con
la plata, con las chicas de gimnasia artística. Con dos espectaculares
ejercicios, el conjunto español de gimnasia rítmica reivindicó su sitio en el
podio olímpico. El público, entregado con ellas desde el primer día, aplaudió a
rabiar su salida y su esfuerzo final, después de quedar primeras en la primera
rotación. No obstante, la mayor dificultad del ejercicio ruso y su perfección a
la hora de ejecutarlo les arrebató la primera plaza en el ejercicio mixto. Alejandra
Quereda, Artemi Gavezou, Sandra Aguilar, Lourdes Mohedano y Elena López salieron
muy satisfechas de su trabajo y de una plata con la q se resarcen del cuarto
puesto en Londres, perdido en favor de Italia x su menor palmarés internacional
y la consiguiente menor nota del jurado. Una plata para devolver a España
a un podio en unos Juegos desde aquel oro de Atlanta 96
Continuamos
con la medalla de bronce, q fue a parar para la selección de baloncesto. Una época
condensada en un partido q acabó con final feliz para la selección, a pesar del sufrimiento q atravesó
para ganar su tercera medalla olímpica consecutiva. Lo hizo tras un duelo heroico ante Australia (89-88) q
solo se decidió en el último suspiro. Podía haber caído de cualquiera de los
dos lados, pero el balón se puso del lado de la historia y la leyenda de este
equipo q merecía un colofón de bronce. Otro metal q hace justicia al corazón y
al orgullo mostrado sobre la cancha y q premian, de nuevo, a la mejor
generación de jugadores de la historia del baloncesto español. Restañadas las
heridas x la derrota ante Estados Unidos, España se remangó para acabar los
Juegos con una sonrisa. Esta vez tocaba un consuelo menor, aunque muy valioso. Una medalla olímpica más con la q alargar la
leyenda de este equipo magnífico q desde Pekín 2008 no se baja del
podio. Bronce con sonrisa en lugar de una plata teñida de derrota como en las
dos últimas ediciones. Tercer escalón del podio al q el paso de los años dará
más valor
Y x último y
no menos importante, la victoria en ciclismo en “mountain bike”, donde en su
tercera participación olímpica, el riojano Carlos Coloma ganó la medalla de bronce en los Juegos de Río 2016. En una última
vuelta extraordinaria, el español se deshizo del francés Marotte, q no pudo
aguantar el ritmo de Coloma, de 34 años, campeón del mundo de campo a través x
relevos en 1999. Feliz con su mostacho (el “look” oficial de los tres españoles
en esta prueba), llegó dando pases toreros. El oro fue para el suizo Nino Schurter, q atacó a falta de dos
vueltas a su compañero de escapada, el checo Jaroslav Kulhavy, campeón olímpico en Londres 2012, y finalmente
plata en Río
Un final
lleno de alegrías, donde España ha quedado en el puesto 14 de 213 países
participantes. La segunda mejor posición desde los Juegos Olímpicos de
Barcelona 92 donde quedamos en sexta posición en el ranking del medallero.
Gracias x estos 15 días de espectáculo y alegrías!!!