lunes, 12 de junio de 2017

La PRoTeCCióN De LaS MaDReS…


Para muchos animales, de las aves a los mamíferos o de los peces a los reptiles, la reacción inmediata ante una inminente amenaza es la huida o la inmovilización en un intento de pasar desapercibidos. Sin embargo, cuando el peligro acecha en presencia de sus crías, su reacción es completamente diferente: buscan protegerlas. ¿Q ocurre en el cerebro de los padres para q estén dispuestos a sacrificar su propia vida en aras de la seguridad de sus hijos?

Un equipo dirigido x neurólogos del Centro Champalimaud para lo Desconocido, en Lisboa, Portugal, ha descubierto q este cambio radical en el comportamiento de los padres depende de la acción de la llamada “hormona del amor”, la oxitocina, en las neuronas de la amígdala, una estructura específica del cerebro conocida x su papel crucial en el procesamiento de las reacciones emocionales

La oxitocina es responsable del apego entre las madres y sus crías, y dentro de la pareja.  Sus efectos no están del todo claros, ya q es probable q esta hormona tenga muchas funciones. Sin embargo, los expertos saben q su liberación en la amígdala es capaz de inhibir esa reacción básica de autodefensa q llaman de “congelación”, cuando el animal deja de moverse
No obstante, la utilidad potencial de esta inhibición no se ha dilucidado. El nuevo estudio, q se realizó en hembras de rata q habían dado a luz recientemente, resuelve este misterio al cerrar la brecha entre estos dos fenómenos

Los experimentos consistieron en acostumbrar a una ratas madres, en ausencia de sus crías, a asociar un aroma de menta con la inminencia de una descarga eléctrica inofensiva. Después del entrenamiento, estas ratas percibían el olor como una amenaza y se quedaban inmóviles en consecuencia

Una vez q el entrenamiento había terminado, el equipo observó q, en presencia de las crías, las madres no se quedaban “congeladas” como cuando estaban solas. X el contrario, trataban de proteger a sus pequeños atacando el tubo x donde venía el olor o acumulando trozos de material del nido para bloquear el tubo. Si los cachorros eran un poco mayores, los aseaban y los mantenían en contacto físico con ellas mismas

Sin embargo, cuando los científicos bloquearon la actividad de la oxitocina en la amígdala de las madres, estas comenzaron a quedarse quietas tan pronto como percibían la amenaza, independientemente de la edad de sus crías, olvidando, x así decirlo, sus “deberes maternos”


Otro resultado q sorprendió a los científicos durante el experimento es el hecho de q las crías de más edad cuya madre, en vez de atenderlas, habían respondido a la amenaza x congelación (xq la oxitocina en la amígdala fue inhibida), no aprendieron a reconocer el olor a menta como una amenaza. Cuando estos ratoncitos fueron luego colocados solos en una caja, y expuestos al mismo olor, no se quedaron inmóviles. X otro lado, las crías cuyas madres les tenían debidamente abrazados a ellas se paralizaron cuando se enfrentaron a la misma situación. Una feromona emitida x la madre cuidadora podría ser la causa de este tipo de aprendizaje de las crías