Así
lo afirma el investigador en su nuevo libro “Extraterrestrial: The First Sign
of Intelligent Life Beyond Earth” (“Extraterrestre: el primer signo de vida
inteligente más allá de la Tierra”), en el q asegura q “nuestro Sistema Solar
fue visitado recientemente x tecnología alienígena avanzada procedente de una
estrella distante”
Oumuamua
fue visto x primera vez el 19 de octubre de 2017 x el astrónomo
canadiense Robert Weryk con el telescopio Pan-STARRS, un novedoso
instrumento desarrollado x la Universidad de Hawái. Tras las primeras
observaciones, se comprobó q su órbita era demasiado excéntrica y su velocidad
demasiado elevada como para ser un objeto originario del Sistema Solar: se
trataba, sin duda alguna, de “algo” llegado de otra estrella. ¿Pero de cuál? Su
punto de origen, tres años después de su descubrimiento, sigue siendo un
misterio, aunque varios investigadores creen q podría ser la nube molecular
gigante (GMC) W51, a “solo” 17.000 años luz de la Tierra. Para Loeb, sin
embargo, sería imposible q Oumuamua hubiera realizado un viaje tan largo hasta
el Sistema Solar sin acabar hecho pedazos
En
cuanto a su naturaleza, al principio se pensó q se trataba de un cometa, pero
esa idea tuvo q ser desechada ya q Oumuamua (q en hawaiano significa “primer
mensajero distante”) no mostraba signo alguno de sublimación o evaporación, lo
q generalmente provoca q los cometas tengan una característica cola (llamada
coma) q siempre apunta en dirección opuesta al Sol
Avi
Loeb fue, precisamente, uno de los primeros en estudiar a fondo el objeto
interestelar, y su conclusión fue q tampoco se trataba de un asteroide. Según
escribe el investigador, “se movía demasiado rápido a lo largo de
una órbita extraña y no dejaba rastro de gas o escombros a su paso.
Solo había una explicación concebible: el objeto era una pieza de tecnología
avanzada creada x una civilización alienígena lejana”
Aunque
la idea más extendida es q se trata de un objeto natural, lo cierto es q
alrededor de Oumuamua se ciernen aún numerosas incógnitas. El objeto, de
color rojo y de forma alargada, en efecto, empezó a acelerar contra todo
pronóstico, y aunque esa aceleración podría haber sido causada x una emisión de
gases, los astrónomos no consiguieron hallar ninguna evidencia q lo demostrara
Según
Loeb, “viajando a una velocidad de 196.000 mph en 2017 (momento en el
q se descubrió este cuerpo x primera vez), Oumuamua se clasificó como un asteroide,
y cuando luego aceleró, se descubrió q tenía propiedades más similares a las de
los cometas. Pero el objeto interestelar de 0,2 kilómetros de radio tampoco
encajaba en esa categoría, y su punto de origen sigue siendo un misterio”
X
último, tampoco su composición está clara. Se llegó a sugerir q
estaba hecho de hielo de hidrógeno molecular, lo q habría servido, entre otras
cosas, para explicar su extraña aceleración. Pero esa idea fue duramente
rebatida x el propio Loeb en un estudio de agosto de este mismo año, publicado
en “The Astrophysical Journal Letters”
La
absoluta falta de emisiones de Oumuamua (ni señales de radio ni ninguna otra
emisión electromagnética) hicieron pensar a Loeb q la supuesta nave
llevaba mucho tiempo sin funcionar. Según el científico, podría tratarse de un
objeto antiquísimo q, tras cumplir su misión, sigue su viaje, inerte, a través
de la inmensidad del espacio