jueves, 6 de septiembre de 2018

SaN LuCa, eL HéRoe CaZuRRíN…



A Luca le va a ir bien en la vida. Seguro. Detrás de sus ojos pizpiretos se vislumbra un cerebro inteligente, aún en formación. Normal. Son cuatro años. Está presto a empezar el próximo lunes 1º de Primaria en el CEO Camino de Santiago de La Virgen del Camino. Y va a entrar x la puerta grande. Lo presagian los cientos de mensajes q ayer rularon x el grupo de “Whatsapp” de las mamás del cole para felicitarlo x su hazaña. “Es un ángel, lo ha iluminado... no sé quién. Nos ha salvado a su hermana y a mí”

Lo dice Mónica, su madre, aún no muy recuperada del susto. El lunes x la tarde, ella sufrió un grave descenso del nivel de azúcar en sangre y perdió el conocimiento cuando se encontraba en casa. Quedó tendida en el suelo. Es la tercera vez q le pasa en los últimos años

Su hijo mayor (la pequeña Noa tiene 26 días tan solo) le cogió el teléfono y empezó a llamar al Servicio de Emergencias 112. Hasta q consiguió q atendieran a su petición. Diez veces repitió la operación, xq en las primeras no le hicieron caso pensando posiblemente q se trataba de un niño jugando. En las últimas sacó genio. “Pero ¿viene ya un médico o no?”

Le habían dicho q en diez minutos se presentarían en su domicilio de San Miguel del Camino, cercano a la plaza ajardinada q ahora luce los columpios en los q alguna vez, esporádicamente, juega Luca. “A él yo le digo a veces q vuelvo en diez minutos y aquello se le debió de hacer eterno”, explica Victor, su padre

En medio de la espera, su hermana se puso nerviosa y empezó a llorar. El instinto de Luca (otra vez) impresiona. Sacó a la bebé del capazo, la calmó con los típicos arrorrós y cuando se percató de q todo estaba en orden, la dejó en el mismo sitio. Mónica se emociona cuando lo recuerda...

“Yo no podía moverme y tengo recuerdos muy vagos. Sí q me doy cuenta de escucharle llamando, pero no me vienen más imágenes a la cabeza”

Los padres de Luca desarrollaron un juego con una suerte de repeticiones x si acaso llegaba la ocasión. Y su profesora en el colegio, también había desarrollado una técnica de aprendizaje similar. “1-1-2 y luego el verde”, le enseñó Víctor. Y funcionó
“Voy a quitarme la bomba, ya no me fío. Volveré al sistema de toda la vida y a pincharme”, advierte Mónica. “Si me pasa otra vez no sé si vamos a tener tanta suerte y a lo mejor nos encuentran, a mí ahí de cualquier manera y a la niña deshidratada. Y no voy a pasar x eso. Quiero q me vuelvan a pinchar”, protesta cuando explica la penitencia q supone una diabetes seria

Con el paso de la conversación y transcurridos los minutos, Luca se suelta y pierde el temor a los desconocidos. “Dame el dedo, q te lo aprieto. ¡Mira q fuerte soy!”. Es el mismo dedo mágico y salvador q obró el milagro apenas 48 horas atrás. “Me gusta pintar y dibujar y soy del Real Madrid, q este año va de blanco y de rojo también”. En el mismo momento en q lo dice, un coche de policía de juguete sale volando. Esta vez, las ruedas se salvaron. “Los demás coches los tiene todos destrozados”

En la Ruta Jacobea, San Miguel del Camino tiene aroma de milagro, más q de peregrino. Año santo en esa casa