miércoles, 28 de diciembre de 2016

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Alrededor del 50% de nosotros somos susceptibles de creer q hemos vivido acontecimientos q jamás sucedieron, según una investigación realizada x el Departamento de Psicología de la Universidad de Warwick (Reino Unido)

El estudio sobre recuerdos falsos realizado x el equipo de la doctora Kimberley Wade, en el q participaron más de 400 personas, demuestra q si a un grupo de individuos se le habla de un acontecimiento completamente ficticio de su vida y repetidamente imagina q ese hecho sucedió, casi la mitad de ellos aceptaría q lo vivió

Los participantes en esa investigación llegaron a recordar hechos falsos, como un paseo en globo durante su niñez, una jugarreta a un maestro, o un incidente en una boda familiar. A un 30% le pareció “recordar” el evento e incluso elaboró una explicación sobre cómo ocurrió e incluso describieron imágenes del momento, mientras q un 23% aceptó en algún grado el hecho falso sugerido y creía q realmente sucedió

Los investigadores de la Universidad de Warwick concluyen q puede ser muy difícil distinguir cuándo una persona está recordando acontecimientos q realmente pasaron y cuándo éstos son falsos recuerdos. Los resultados de este estudio plantean preguntas sobre la autenticidad de los testimonios de investigaciones forenses, audiencias o tratamientos de terapia

Sugiere, además, q parte de la memoria colectiva de un grupo de personas o de la sociedad podría ser incorrecta, debido x ejemplo a informaciones erróneas en las noticias, lo q tiene un efecto sorprendente en las percepciones y el comportamiento de las personas

“El descubrimiento de q una gran parte de las personas son propensas a desarrollar creencias falsas es importante”, subraya Kimberley Wade, xq se sabe de otras investigaciones q distorsionar los recuerdos puede influir en los comportamientos, las intenciones y las actitudes de la gente


Los investigadores señalan q hay muchos factores q influyen en la creación de recuerdos incorrectos y reconocen q aún no entienden completamente cómo interactúan todos esos factores. “Los estudios a gran escala, como nuestro mega-análisis nos sitúan un poco más cerca”, considera Wade