Lo sé, el lugar no se llama así, pero
yo para los nombres soy de lo peor del mundo mundial, jejeje. En realidad el
restaurante en el q reservamos los susodichos (falta únicamente el Señor
Cortijo) se llama “El conejo calabaza”, y no hay forma de q se me quede el
nombre… Quizás si se llamase “Oryctolagus
cuniculus cucúrbita maxima” me llamaría muchísimo más la atención y sería
más fácil de recordar…
El motivo de la reunión/quedada/acto
social fue para darle el regalo a Muelis (y q de esta manera no pasasen más de
tres meses para en caso de no gustarle el regalo, pudiera cambiarlo, y no como
le paso a Cortijo, q se ha tenido q quedar con un chaleco de la talla M…)
Para ir abriendo boca, comenzamos x
las bebidas. Somos muy tradicionales, x lo q nos pedimos agua fresca. Salvo
Muelis, q quería un zumo fresquito y al no tener de melón ni sandia, también fue
clásica, pero en versión de jugos… La naranja con zanahoria fue su elección.
Así normal q nos adelante en moreno…
Nos gustan mucho estas reuniones xq es
como comer en familia un domingo x la tarde, jejeje. El lugar era nuevo para
todos nosotros y la verdad q nos gustó mucho. Las hamburguesas nuevas q había
en la carta eran deliciosas. Yo me decanté x la “Insanity Burguer” y he de
decir q lo más probable es q vuelva a repetir en otra ocasión. El resto se decantó
x la “Jack Daniel’s” con su bacón crujiente y Sofi, en este caso la más
clásica, x la “Agridulce”. A mayores, Muelis y Herrezueliii se pidieron una
especie de empanada de verduras, con muy buena pinta
Todas ellas aderezadas con un montón
de salsas a elegir. La pobre Herrezueliii cayó en la trampa y se dejó aconsejar
x Sofia (alias la q no tiene papilas gustativas al picante), y como si de una
ovejina se tratase, entro al redil x el aro… ¡y se encontró con el lobo!
Jajaja, pobre, su temperatura interna comenzó a hervir y a ponerse roja como un
pimiento de padrón… El picante de la salsa casi le cambia el tono de piel a
rojo bermellón (bueno, se la cambió x unos momentos)
Cuando terminamos de comer (yo hacía 3
horas q había acabado, jajaja), nos pedimos unos postres… Laura y yo
compartimos “La maceta” y Muelis, Herrezuelo y Sofí, la tarta de zanahoria con
helado… La elección más rica fue la primera, donde Herrezuelo casi alcanza el
éxtasis absoluto de placer gastronómico… Sólo le faltó tirar de la cadena para
q le cayese un cubo de chocolate, jajaja
El lugar está muy chulo (salvo x las
gotas de la condensación del aire acondicionado q de vez en cuando me caían en
el brazo o cerca de mi hamburguesa… Bañado en legionella) decorado con objetos q a cualquier “millenial” q se
precie, le sacaran un bonito recuerdo de su infancia
Después de comer, lo mejor q pudimos
hacer fue caminar x la Candamia junto a Django (y su descomposición perruna) y
la solana abrasadora… Cantando y bailando x los parajes del León más verde, cogíamos
flores mientras se nos pegaban las ropas a nuestras pieles blanquecinas… Toda
una enriquecedora experiencia q esperemos, podamos volver a repetir no tardando
mucho