jueves, 27 de julio de 2017

La CaRTa De uN SoCoRRiSTa a La BaNDeRa RoJa…


Aday Amorin, socorrista en la localidad tinerfeña de Puerto de la Cruz, ha escrito una carta q se ha vuelto viral en la q lamenta las imprudencias q cometen los bañistas cuando deciden darse un baño pese a q ondee la bandera roja

Amorin publica su escrito después de q un hombre le respondiese "no es para tanto chaval" cuando trataba de q saliese del agua. Dicho eso, esa persona le dio la espalda y se alejó sin querer saber nada más

"Quiero creer q usted no oía los pitidos x el fuerte ruido de las olas y q tampoco entendía mis indicaciones x darme la espalda y encontrarse ya tan lejos de la orilla. X ese motivo, decidí acercarme todo lo q las condiciones de seguridad me permitieron para instarle a q saliese, pero usted, como he dicho, creo q no lograba entenderme y tuve q esperar media hora a q saliese para poder hablar con usted", escribe el socorrista

Amorin subraya q no les gusta izar la bandera roja y q lo hacen x obligación cuando han agotado todas las opciones de seguridad posibles, como x ejemplo cerrar un sector específico de la playa q entraña peligro y derivar a los bañistas a zonas de baño más seguras mediante banderas y carteles

Cuando hay bandera roja significa q existe peligro inminente en un área extensa de la playa, x no decir en su totalidad y esto implica q se pueden producir focos de riesgo en cualquier parte de la misma, implicando la integridad física de la población y los propios socorristas. Usted pensará q cuando hablo de focos de riesgo me refiero a esas olas pequeñas de ayer q le hicieron pensar q "no es para tanto chaval", continúa el socorrista en su escrito

Amorin apunta q las olas no ahogan, pero sí pueden producir lesiones medulares y traumatismos craneales debido a la fuerza de su impacto contra el fondo marino. "El verdadero problema son las corrientes, esas masas de agua invisibles q provienen del choque de las olas entre sí y q una vez llegan a la orilla vuelven con fuerza hacia dentro por un canal invisible", advierte

"Cuando usted se adentra en estas corrientes retando su seguridad, debe saber q también está retando a la mía, pues mi responsabilidad consiste en hacer todo lo posible para q cada día en la playa las personas estén seguras y disfruten sin riesgos innecesarios. Si usted entra y me necesita yo tendré q entrar, como hice ayer en tres ocasiones pocas horas después de q usted me dijese q "no es para tanto chaval", reprocha el socorrista


Amorin acaba su carta pidiendo un favor a todo el q lo lea: "Si ve bandera roja ondeando en la playa otro día no entre al mar. No lo haga x mí, tampoco lo haga x usted. Hágalo simplemente x su hijo, o x su nieta, o su pareja, hágalo x esa pareja de franceses q no conoce y q al verle nadar igual se animen a entrar con su hijo de cuatro años sin manguitos. Hágalo x todos ellos, se lo dice un socorrista q en diez años ha presenciado alguna lágrima en días de verano q no lo merecían. Recuerde siempre ser un ejemplo para la playa