Con su largo
cuello q la convierte en el mamífero más alto del mundo, la jirafa parecía
un animal con pocos secretos. Icónica y singular, hasta un niño pequeño puede
reconocerla con facilidad. Sin embargo, un estudio genético publicado en la
revista “Current Biology” ha revelado algo sorprendente e inesperado.
Hasta ahora, los científicos creían q en el mundo existía una sola especie de
jirafa compuesta x varias subespecies. Sin embargo, los análisis
realizados a 190 ejemplares han revelado q, en realidad, son cuatro. Y son más
distintas de lo q pudiera parecer, no tanto x su aspecto externo sino x el “libro
de instrucciones” con el q nacen. A modo de comparación, las diferencias
genéticas entre las cuatro especies son al menos tan grandes como las q existen
entre los osos polares y los pardos
Pese a lo q
pudiera parecer, los investigadores reconocen q estos animales han sido
explorados de forma incompleta hasta ahora, y q hay muchos aspectos de su
biología poco comprendidos
Cada vez
quedan menos jirafas. Su número se ha reducido considerablemente en los últimos
tres decenios, de más de 150.000 individuos a menos de 100.000. A pesar de ello,
los investigadores afirman q ha habido relativamente poca investigación
realizada sobre jirafas en comparación con otros animales de gran tamaño, como
los elefantes, rinocerontes, gorilas y leones
En el nuevo
estudio, los investigadores examinaron las pruebas de ADN tomadas de biopsias
de piel de 190 jirafas x toda África, incluidas regiones con disturbios civiles.
El análisis genético muestra q hay cuatro especies distintas de jirafas, q
al parecer no se aparean entre sí en la naturaleza. Estas cuatro especies
incluyen: la jirafa del sur (Giraffa giraffa), q comprende dos
distintas subespecies, la angoleña (G. g. angolensis) y la sudafricana (G. g.
giraffa); la masai (G. tippelskirchi); la reticulada (G.
reticulata), y la del norte (G. camelopardalis), q a su vez incluye
la de África occidental (G. c. peralta), la de Kordofán (G. c. antiquorum) y la
de Nubia (G. c. camelopardalis) como una subespecie distinta. Esta elusiva
criatura de Etiopía y el sur de Sudán fue descrita x primera vez x el famoso
naturalista sueco Carlos Linneo hace más de 250 años
Los
investigadores creen q este descubrimiento tiene importantes implicaciones para
la conservación de estas especies, teniendo en cuenta q las jirafas han sido
propuestas para entrar en la lista de especies amenazadas de la Unión
Internacional para la Conservación de la Naturaleza y los Recursos Naturales
(IUCN), dado su rápido descenso en los últimos 30 años
Ahora, con
cuatro especies distintas, el estado de conservación de cada una de ellas puede
ser mejor definido y, a su vez, añadido a la Lista Roja de la IUCN. Trabajando
en colaboración con los gobiernos africanos, los investigadores esperan poner
de relieve la importancia de cada una de estas especies y mejorar los esfuerzos
de conservación