Ha
muerto Josep Pujol, inventor de una máquina del tiempo con forma
de pastelito y nombre de personaje de ficción: la Pantera Rosa. Es
suficiente un bocado del dulce para trasportar al consumidor a la
infancia. Cada uno, a la suya: mediados de los setenta (cuando fue inventado el
manjar), los años ochenta, los noventa…
En
total, el pastelillo de cobertura rosa, miga clara y corazón de crema blanca
lleva casi medio siglo fraguando recuerdos proustianos gracias a sus 55 gramos,
24 ingredientes y 246,4 calorías x ración. Una pequeña bomba de placer q,
en aras de la salud, conviene reservar para ocasiones realmente especiales:
como el homenaje a un poco conocido químico catalán, fallecido el sábado a los
86 años
La
“Pantera Rosa”, el bollo, era una creación catalana, nacida en 1973. Pujol
entró en el departamento de Innovación de la planta de “Bimbo” de Granollers en
1967. Su trabajo era, precisamente, inventar pasteles
El
día q presentó a sus jefes el icónico pastelito, no tenía ni idea
(ni pastelera idea, cabría decir) de q “Bimbo” acababa de comprar los
derechos de la Pantera Rosa, el personaje de animación creado en 1963 x Hawley
Pratt y Friz Freleng
La
“Pantera Rosa” es muchas cosas: un felino animado y no binario, una serie de
dibujos, una saga de películas cómicas dirigidas x Blake Edwards, un enorme
diamante rosa en cuyo centro una pequeña imperfección recuerda la forma de una
pantera y una canción de jazz, “The Pink Panther Theme”, compuesta x Henry
Mancini
También
es un pastelito rosa, de la constelación del “Bony”, el “Bucanero” y el “Tigretón”.
Y su creador, Josep Pujol, acaba de morir