Hay rincones q desprenden magia.
Rincones q embriagan, q obligan a detenerse, a observar, a respirar, a
disfrutar, a descansar. Rincones majestuosos, q te envuelven, q te transportan,
q se acercan a lo q uno puede entender q es el paraíso
Inmensas moles macizas q, pacientes,
fueron moldeadas durante siglos x la acción erosiva de la fuerza natural. Cumbres
esculpidas x la bravura de sus aguas q tallan lagos y profundas gargantas.
Un territorio de fuertes pendientes donde conviven joyas botánicas únicas
Cumbres de más de 2.000 metros
vestidas de cintura para debajo de frondosas faldas verdes y coronadas x
tocados blancos q cubren la desnudez de la piedra
Son, los Picos de Europa, una de
las mayores joyas naturales del país. 65.000 hectáreas donde convivir y
conectar con la naturaleza es posible. Un enclave donde la naturaleza se hace
bella ante los ojos, ante el no hay lenguaje q ayude a explicar su paisajes
Quizá x ello, el 22 de julio de
1918 se convertía en el primer Parque Nacional de España. Una figura con la q
las Cortes españolas blindaban su defensa y reconocían su valor natural, como
hiciera la Unesco en el año 1995. Un territorio compartido x Cantabria,
Asturias y León. Aunque es esta última la provincia q acapara la mayor superficie
y q se dividen entre Valdeón y Sajambre, dos valles acurrados entre las
inmensas montañas
La belleza de Picos de Europa sólo se
puede explicar a través de esa flora q, a su antojo se enredó entre las
abruptas e inmensas moles calizas y brotó alrededor de la bravura de las aguas
salvajes hasta configurar un espacio con personalidad, con vida propia hasta
configurar un ecosistema único en España, único en el mundo
Una flora q no entiende ni de
límites ni de regiones, q se extienda más allá de la mirada, y q a veces se
esconde en los rincones más recónditos. Pero, ya se sabe, no hay más ciego q el
que no quiere ver. El q busca sin entender q delante de él tiene un tesoro
natural llamado Picos de Europa, calificado de “excepcional” x los expertos
El xq hay q buscarlo en su ubicación
geográfica, q permite el encuentro entre la flora del Norte de Europa con la
del Mediterráneo e influencias de la Oceánica, x su proximidad al mar q influye
notablemente en la configuración de su paisaje
A eso se suma, el importante desnivel
altitudinal (pasando de los 90 a 2.6000 metros) y una litología con presencia
de superficies calizas y silíceas (arcillosa). Tres peculiaridades q
dan como resultado una diversidad de hábitats q son el hogar de más de 1.700
taxones (especiales), lo q representa el 21% de la flora vascular del conjunto
de España
Un territorio especialmente interesante
para los botánicos x el importante componente endémico, es decir, aquellas
especies únicas o exclusivas de un ámbito geográfico y q no se encuentran de
forma natural en ninguna otra parte. Concretamente, Picos de Europa tiene algo
más de 250 especies endémicas (cantábricos, picoeuropeanos, ibéricos), de
los q una decena son taxones exclusivos de la flora de Picos de Europa
Especies q se extienden x las más de 64.000
hectáreas de este ecosistema q ofrece una gran diversidad de paisajes debido
x el amplio rango altitudinal. El paisaje cambia conforme uno va ascendiendo,
empezando x esas praderas o prados de siega hasta adentramos en los magníficos
bosques de Picos de Europa, donde los robles y avellanos se entremezclan con
los tilos, castaños, nogales, cerezos, arces y fresnos. A sus pies, un
sotobosque de zarzas, brezos y arbustos espinosos proporciona sustento y
refugio a numerosas aves
Aunque si hay un árbol q caracterice a
Picos de Europa, esos son los hayedos, q nos acompañan hasta los 1.800
metros de altitud. Se trata del bosque más atractivo de este entorno, masas forestales
frondosas compuestas x corpulentas hayas q cubren las laderas de las montañas,
q sumergen al turismo en un halo de misterios
Posteriormente, nos adentramos en la
roca desnuda, es decir, los roquedos o pedregales, aparentemente paisajes
desérticos pero q presentan algunas de los endemismos de Picos de Europa, q
utilizan cualquier resquicio de las calizas para poder vivir
En las cumbres más altas, a partir de
los 2.200 metros de altitud aparecen los pastos de cumbre, comunidades muy
abiertas q son los q aportan la originalidad botánica a este enclave. Se tratan
de plantas de pequeño tamaño y arbustos almohadillados para soportar
las condiciones extremas
Tierras del lobo, anunciado a toque de
corneta x los vecinos del Real Concejo de Valdeón, unidos en torno a la
ingeniosa trampa del “Chorco de los lobos”, una ingeniosa trampa del siglo XVI
convertida en un punto de unión para la defensa y donde se escenificó durante
siglos la lucha a muerte del hombre contra el lobo
En lo alto, los montañeros,
hombres en buena forma física, los casados más recientes y los encargados de
cerrar los pasos en canales y sendos para evitar la huida del lobo hacia la
zona alta al verse acosada x la batida. Entre los montes, los choceros,
ocupando los “chozos”, pequeñas edificaciones construidas en el interior de la
empaliza del chorco en la zona más cercana al pozo donde se daría caza al
animal
Allí, en silencio y provistos del “chuzo”,
una especie de lanza, esperaban a la llegada del animal, al q azuzaban o daban
muerte en caso de peligro. Al final de la trampa, los enramadores, encargados
de cubrir con ramajes la boca e inmediaciones del chorco y de extraer y quitar las
pieles de la pieza una vez muerta
Es la historia de la lucha x la
supervivencia, en una tierra hermosa y dura a partes iguales, donde sus
pobladores aprendieron a sobrevivir al aislamiento con la ganadería y agricultura
como único medio de vida
Ochos pueblos dan vida al Valle
de Valdeón, con Posada como centro administrativo y Caín el más laureado.
Tierra de montañeros bañado x el río Cares, uno de los símbolos de la bravura
de esta tierra q separa con su profundo e impresionante cauce las poderosas
moles calizas de los macizos central y occidental de los Picos, abriendo entre
sus altas montañas la Garganta del Cares
Cuna de Río Sella, al Valle de
Sajambre se accede desde León x el sinuoso puerto de Pontón q adentra a
los visitantes hasta Oseja, la capital del municipio. Cinco pueblos q encumbran
este valle con Soto como el más bello y quizá x ello también el más piropeado
Valdeón y Sajambre, dos valles con
siglos de historia q narran sus caminos, escrita entre las cuatro paredes de
sus iglesias, q guardan con recelo sus hórreos. Pero también en sus gentes, los
de ayer, los de hoy, q impregnaron su carácter en una tierra de ganaderos, de
luchadores, de inmigrantes, de supervivientes
Pero eso, ya es otra historia