El pasado 29 de enero se celebró en
París, x todo lo alto, la ceremonia de inauguración del Año Internacional de la
Tabla Periódica de los Elementos Químicos. Entre otras personalidades participó
en el evento el Premio Nobel de Química 2016, Ben Feringa, quién resaltó el
papel jugado x la Tabla Periódica como parte del lenguaje científico universal
q contribuye al progreso de la humanidad
La primera tabla periódica la elaboró
el químico ruso Dmitri Mendeleiev en 1869. Se trataba de una ordenación, según
el peso atómico (del más ligero al más pesado), de los elementos en varios
grupos en los q parecían repetirse las propiedades químicas de manera
periódica. Hay q tener en cuenta q el electrón no se conocía aún y la estructura
interna del átomo era un misterio
A partir de esta ordenación y, más
concretamente, de los huecos q quedaban en la tabla, Mendeleiev predijo la
existencia de varios elementos q, aunque x entonces eran desconocidos, tendrían
q existir para rellenar esos huecos. El genio ruso utilizó los prefijos eka-,
dvi-, y tri- (del sánscrito: uno, dos y tres) para designar a los elementos q
debían situarse uno, dos o tres lugares x debajo de un elemento conocido de la
tabla
Tales elementos fueron descubriéndose
pocos años después y designados con nuevos nombres. Así el eka-boro predicho x
Mendeleiev resultó ser el escandio; el eka-alumino el galio; el eka-manganeso
el tecnecio; y el eka-silicio el germanio. La identificación de tales elementos
constituyó un éxito espectacular para Mendeleiev y su tabla, q de esta manera
entraron x la puerta grande en la Historia de la Ciencia
El origen en el universo de los
elementos de la tabla periódica se comprende muy bien, éste es uno de los
mayores logros de la astrofísica del siglo pasado
En el Big Bang, tan solo se
formaron partículas muy elementales q, al cabo de tres minutos, formaron los
átomos más ligeros: el hidrógeno, el helio y pequeñas cantidades de litio. El
resto de los elementos se han ido formando en los astros x diferentes procesos
nucleares. X ejemplo, en el interior de las estrellas, dos núcleos de hidrógeno
fusionan para formar helio y tres de helio para formar carbono
Reacciones nucleares con carbono
forman magnesio, sodio y oxígeno, y la combustión nuclear del oxígeno da lugar
al silicio, el azufre y otros elementos. Mediante este tipo de procesos se
llegan a formar muchos elementos cuyo número atómico no supera al del hierro y
el níquel. El cobalto, el cobre, el zinc y muchos otros se forman en las
explosiones de supernova. Otros elementos más pesados aún, como la plata el
oro, el plomo, el radio y el uranio, se forman en las colisiones entre
estrellas de neutrones, cuando un núcleo va atrapando neutrones para formar
elementos progresivamente más pesados
En el día de hoy, cuando han
transcurrido 13.800 millones de años tras el Big Bang, la materia atómica
del universo está constituida (en porcentajes de masa) x 70% de hidrógeno, 28 %
de helio y tan solo un 2 % de todos los otros elementos: Es decir, los átomos
complejos y algunos de los ligeros son muy raros en el universo
Si nos fijamos en el cuerpo humano,
seis de cada 10 átomos son hidrógeno y, x tanto, proceden directamente
del Big Bang. El carbono de nuestro ADN, el oxígeno de nuestros músculos y
el hierro de nuestra sangre se han creado en las estrellas. En definitivas
cuentas, la composición de nuestro cuerpo está escrita la historia del universo
Para conmemorar la elaboración de aquella
primera tabla periódica en su 150 aniversario, la Asamblea General de las
Naciones Unidas y la Unesco proclamaron 2019 como Año Internacional de la Tabla
Periódica, así q durante este año se multiplicarán los eventos q celebren las
propiedades sorprendentes de esta tabla q ha pasado a ser un icono de la
ciencia, una ilustración de su lenguaje universal y una expresión del orden
químico q reina en el cosmos