La
concentración fue convocada x las dos asociaciones LGTBI de Guadalajara, WADO
(de alcance regional) y EACEC (de alcance provincial). Ambas asociaciones
leyeron un manifiesto conjunto, tras el cual se guardó un emotivo minuto de
silencio, y después se dejó el micrófono a disposición de quien quisiera
hablar. En ese momento un chaval muy joven se animó a coger el micro y decir
unas palabras. Contó q hasta el último momento no se había decidido a asistir a
la concentración, xq tenía miedo. Miedo a q te identifiquen x estar en una
concentración LGTBI, o x si aparece algún grupo contramanifestándose, o q se
yo. Y un nudo en el estómago x tener q asistir a una manifestación xq han
asesinado a alguien como tú, a un chaval de 24 años al q han apalizado hasta la
muerte x ser como tú
Este
chico q cogió el micrófono dijo q había sentido miedo, pero q finalmente se
había acercado a la concentración, y al ver tanta gente, se sintió mejor y
decidió quedarse, incluso armarse de valor para hablar ante todas aquellas
personas. Xq frente al miedo y la inseguridad, no hay como sentirse arropado. Xq
juntas, juntos, juntes, somos más fuertes
Y
respetamos el dolor, la rabia, la frustración del padre de Samuel, pero igual q
no podemos decidir sobre su dolor, él no puede decidir sobre el nuestro, sobre
el dolor y el miedo q sienten ahora tantos chavales q se han identificado con
su hijo, tantos chicos y chicas q sienten q podría haberles pasado a ellos y
ellas, solo x ser LGTBI y cruzarse con las personas equivocadas. Creo
sinceramente q, dentro del dolor, la familia de Samuel podría sentirse aliviada
al pensar q el crimen atroz cometido contra su hijo ha provocado la unión de
tanta gente, y q otros jóvenes como su hijo se han sentido valientes y
arropados para hacerse visibles y dejar el miedo a un lado
Los
q ya no somos tan jóvenes, no queremos q quienes vienen detrás sufran
agresiones, insultos o acoso x ser quienes son. Lo hemos vivido y no lo
queremos. Pero sigue ocurriendo, y en los últimos meses el goteo ha sido
constante. El asesinato de Samuel ha sido la gota q ha colmado el vaso q
llevaba tiempo llenándose. Las protestas y concentraciones de estos días han
sido x Samuel, pero no solo x Samuel. Las personas LGTBI estamos hartas de q
nos insulten, de q nos peguen palizas o de q nos maten xq nos vean como
inferiores. Si hubieran visto a Samuel como un igual, no habría pasado lo q
pasó, pero lo vieron como alguien inferior sobre el q descargar su rabia y su
odio, lo vieron como “un maricón”. X eso lo mataron. Las personas LGTBI lo
sabemos bien, xq nos hemos sentido así muchas veces, hemos notado cómo otros nos
consideran inferiores y cómo se sienten x ello legitimados para agredirnos.
Hemos sentido sus miradas, y hemos escuchado esa palabra: “Maricón”, de la boca
de personas q nos lo llaman xq nos identifican como maricones, y eso q ven en
nosotros despierta su desprecio y su homofobia
Pero
esto tiene q cambiar. La sociedad tiene q proteger a aquellas personas
vulnerables: a los LGTBI, a las mujeres, a las personas racializadas… No nos
sentimos víctimas, pero tampoco nos sentimos tratadas en igualdad. Vivir en
sociedad es vivir con otros, compartir espacios, convivir. Quien quiera
discriminar a otras personas x su color de piel, x su orientación, x su
identidad de género… estaría mejor en una isla desierta, xq no comprende lo q
es vivir en sociedad. Y si no lo comprende, la respuesta es educación. Debemos
educar en diversidad desde la infancia, para q nadie se sienta legitimado a
hacer daño a otras personas x ser diferentes. No educar en diversidad es lo
contrario a vivir en sociedad, lo contrario a convivir, lo contrario a la
democracia
Guadalajara
lo dijo bien claro el pasado lunes, como se gritó en tantas ciudades españolas:
JUSTICIA PARA SAMUEL. Comprendamos ahora q Samuel podría haber sido cualquiera,
y q si no actuamos, habrá más como Samuel. Comprometámonos, no ya con Samuel,
no ya con el colectivo LGTBI, sino con nosotros mismos, como sociedad. No se
trata de política, se trata de empatía y de derechos humanos
Todos
queremos dejar un mundo mejor a nuestros hijos, sobrinos, nietos… ¿verdad?
Ahora piensa q Samuel era tu hijo, tu sobrino o tu nieto, tu hermano o tu
amigo. Piensa si en tu entorno hay alguien como Samuel
¿Es
este el mundo q querrías dejarle?