jueves, 8 de julio de 2021

JuSTiCia PaRa SaMueL…


 El lunes salimos a las calles para mostrar nuestra condena al asesinato de Samuel Luis, de 24 años, en A Coruña. Aproximadamente 200 personas llenaron el paseo de las Cruces, frente a la Subdelegación del Gobierno

La concentración fue convocada x las dos asociaciones LGTBI de Guadalajara, WADO (de alcance regional) y EACEC (de alcance provincial). Ambas asociaciones leyeron un manifiesto conjunto, tras el cual se guardó un emotivo minuto de silencio, y después se dejó el micrófono a disposición de quien quisiera hablar. En ese momento un chaval muy joven se animó a coger el micro y decir unas palabras. Contó q hasta el último momento no se había decidido a asistir a la concentración, xq tenía miedo. Miedo a q te identifiquen x estar en una concentración LGTBI, o x si aparece algún grupo contramanifestándose, o q se yo. Y un nudo en el estómago x tener q asistir a una manifestación xq han asesinado a alguien como tú, a un chaval de 24 años al q han apalizado hasta la muerte x ser como tú

Este chico q cogió el micrófono dijo q había sentido miedo, pero q finalmente se había acercado a la concentración, y al ver tanta gente, se sintió mejor y decidió quedarse, incluso armarse de valor para hablar ante todas aquellas personas. Xq frente al miedo y la inseguridad, no hay como sentirse arropado. Xq juntas, juntos, juntes, somos más fuertes

Y respetamos el dolor, la rabia, la frustración del padre de Samuel, pero igual q no podemos decidir sobre su dolor, él no puede decidir sobre el nuestro, sobre el dolor y el miedo q sienten ahora tantos chavales q se han identificado con su hijo, tantos chicos y chicas q sienten q podría haberles pasado a ellos y ellas, solo x ser LGTBI y cruzarse con las personas equivocadas. Creo sinceramente q, dentro del dolor, la familia de Samuel podría sentirse aliviada al pensar q el crimen atroz cometido contra su hijo ha provocado la unión de tanta gente, y q otros jóvenes como su hijo se han sentido valientes y arropados para hacerse visibles y dejar el miedo a un lado

Los q ya no somos tan jóvenes, no queremos q quienes vienen detrás sufran agresiones, insultos o acoso x ser quienes son. Lo hemos vivido y no lo queremos. Pero sigue ocurriendo, y en los últimos meses el goteo ha sido constante. El asesinato de Samuel ha sido la gota q ha colmado el vaso q llevaba tiempo llenándose. Las protestas y concentraciones de estos días han sido x Samuel, pero no solo x Samuel. Las personas LGTBI estamos hartas de q nos insulten, de q nos peguen palizas o de q nos maten xq nos vean como inferiores. Si hubieran visto a Samuel como un igual, no habría pasado lo q pasó, pero lo vieron como alguien inferior sobre el q descargar su rabia y su odio, lo vieron como “un maricón”. X eso lo mataron. Las personas LGTBI lo sabemos bien, xq nos hemos sentido así muchas veces, hemos notado cómo otros nos consideran inferiores y cómo se sienten x ello legitimados para agredirnos. Hemos sentido sus miradas, y hemos escuchado esa palabra: “Maricón”, de la boca de personas q nos lo llaman xq nos identifican como maricones, y eso q ven en nosotros despierta su desprecio y su homofobia

Pero esto tiene q cambiar. La sociedad tiene q proteger a aquellas personas vulnerables: a los LGTBI, a las mujeres, a las personas racializadas… No nos sentimos víctimas, pero tampoco nos sentimos tratadas en igualdad. Vivir en sociedad es vivir con otros, compartir espacios, convivir. Quien quiera discriminar a otras personas x su color de piel, x su orientación, x su identidad de género… estaría mejor en una isla desierta, xq no comprende lo q es vivir en sociedad. Y si no lo comprende, la respuesta es educación. Debemos educar en diversidad desde la infancia, para q nadie se sienta legitimado a hacer daño a otras personas x ser diferentes. No educar en diversidad es lo contrario a vivir en sociedad, lo contrario a convivir, lo contrario a la democracia

Guadalajara lo dijo bien claro el pasado lunes, como se gritó en tantas ciudades españolas: JUSTICIA PARA SAMUEL. Comprendamos ahora q Samuel podría haber sido cualquiera, y q si no actuamos, habrá más como Samuel. Comprometámonos, no ya con Samuel, no ya con el colectivo LGTBI, sino con nosotros mismos, como sociedad. No se trata de política, se trata de empatía y de derechos humanos

Todos queremos dejar un mundo mejor a nuestros hijos, sobrinos, nietos… ¿verdad? Ahora piensa q Samuel era tu hijo, tu sobrino o tu nieto, tu hermano o tu amigo. Piensa si en tu entorno hay alguien como Samuel

¿Es este el mundo q querrías dejarle?