Tras el
pequeño parón vacacional, vuelvo a las andadas para resumir lo q han dado de si
esos largos 9 días de vacaciones x tierras alemanas, holandesas y belgas…
Comenzaré x
la ciudad de Düsseldorf, q para lo grande q es, no la veo como una ciudad con
muchas cosas para poder visitar, pero bueno, dentro de lo q hay, hubo cosas q
me gustaron. La llegada a la ciudad desde el aeropuerto puede hacerse en dos
medios de transporte, uno con el q no contaba y desconocía era el monorraíl!!!
(Cantad conmigo, monorraíl, monorraíl, monooorrail!!! Jejeje, frikada de Los
Simpsons) y el otro el tren. Decir q el transporte es una autentica basura,
trenes llenos de gente, masificados y en el q la puntualidad brilla x su
ausencia si usas un tren corriente (no la alta velocidad)… Eso sí, hay muchas
frecuencias…
Cuando uno
llega a la ciudad de Düsseldorf la ve como una ciudad corriente europea, quizás
destaquen en todas las grandes ciudades alemanas la típica torre de televisión “Rheinturm”
(q también hace las veces de mirador, restaurante y demás saca cuartos). En
cuanto al resto de la ciudad, con mucho tráfico, carriles bici, líneas de tranvía
y autobuses repletos de gente
Merece la
pena pasear x Königsallee, la calle con más tiendas de lujo de la ciudad, para
ver cochazos de lujo cada dos x tres, y ver un Lamborghini avanzar 20 metros a
30 km/h, jejeje. Cerca de ahí está el Altstadt o lo q viene a ser la ciudad
vieja, tiene bonitas calles empedradas con un montón de bares y pubs donde
poder tomar una cerveza “Altbeer”, q es la típica de esta ciudad. La Burgplatz
es la plaza más conocida de esta zona, está a orillas del Rhin y destaca x
tener la torre del antiguo palacio del conde Berg, q ahora alberga el museo de
navegación…
Cerca de ahí,
está el ayuntamiento, q consta de varios edificios de varias épocas y la
basílica de San Lamberto. El único museo q visitamos, fue el de arte moderno,
el K20/K21… Eso sí, en este museo no entregaban guía de lo q podías visitar, ni
nada x el estilo… Al comenzar la visita ya nos llamó la atención una payasa (xq
no tiene otro nombre), x acercarnos mucho a un cuadro… Fue una exagerada, xq
teníamos el cuadro a unos 50 cm… Nos avisó en inglés… Como hacía mucho calor,
decidimos quitarnos el abrigo para llevarlo colgado entre los brazos, pero
nuevamente la payasa de antes, nos recrimino q debíamos de dejar los abrigos en
las consignas del piso inferior. Se refirió a nosotros en tono borde y ahora
hablando en alemán, mientras nosotros, en ingles le decíamos q había más gente
con cazadoras entre las manos y con mochilas. Como esta sinvergüenza siguió
hablando en alemán y se negó a hablarnos en ingles, le espetamos q o nos
hablaba en ingles o no la hacíamos ni puto caso, así q nos fuimos con los
abrigos en las manos. Una autentica vergüenza lo de esta payasa!!! Vete a
hablar mal a tu p*** madre!!! Después de este altercado pudimos ver cuadros de
Kandisky, Dalí, Picasso o Miró entre otros grandes artistas. Obviamente, otra
mujer del museo nos dijo de muy buenas formas en ingles q podíamos dejar los
abrigos en las consignas, o bien llevarlos puestos. A partir de ahí nos pusimos
los abrigos xq con buenos modales, una sonrisa en la cara y buena educación,
uno obedece y acata las normas del lugar. Para mi gusto, me pareció un museo
caro, xq pagar x no tener una guía ni nada… Pero bueno, a quien le guste el
arte moderno, este es su museo
Otra de las
zonas modernas es la zona del puerto “Medienhafen”, donde se pueden ver
edificios de los más grandes arquitectos del planeta, como Frank Ghery con sus
edificios en movimiento q ya son una seña de identidad de la ciudad, el
edificio “Stadttor” con su “agujero” en el centro obra de Petzinka & Partner
y otros edificios muy curiosos como el edificio “Colorium” o “Roggendorf-haus”
con sus muñecos de colorines trepando x la fachada del edificio… La verdad q me
esperaba algo más, pero bueno, fue un paseo bastante agradable x esta zona
Sin lugar a
dudas lo q más me gustó de la ciudad, fue la “Eko-haus japonesa”, es un lugar
donde se pueden conocer costumbres de la cultura japonesa, ya q en esta ciudad
hay un gran número de japoneses viviendo en esta zona de la ciudad. Un
rinconcito japonés, con sus jardines, pagodas y fuentes, muy bonito y q merece
la visita… Q pena q estuviera cerrado el día q elegimos para poder visitarlo
Una ciudad
enorme con pobre encanto, ni fu ni fa, jejeje. Le doy de nota un 5, no me
disgustó pero tampoco me encantó… Quizá tenía bastantes expectativas antes de
visitarla