Es un pariente
lejano de los calamares q acaban en los bocadillos, pero su apariencia impone
mucho más respeto. Se trata del calamar “acodado” del género “Magnapina”, una
criatura cuyo cuerpo nunca ha sido hallado en buenas condiciones. Según las
estimaciones de los científicos, este animal de las profundidades tiene unos
tentáculos q pueden llegar a los 8 metros de longitud
Una de las
mejores pruebas de su existencia se consiguió en las profundidades del Golfo de
México. Allí, la cámara de un vehículo de exploración situado cerca de un pozo
captó a la extraña criatura en el año 2007
A 2.400
metros de profundidad, y sumergida en una oscuridad verdosa y fría, el
cefalópodo permaneció suspendido con sus largos tentáculos colgando de su
cuerpo. A diferencia del resto de los calamares, esta criatura tiene unos
brazos y unos tentáculos del mismo tamaño (en los demás los brazos son más
cortos y gruesos). Además, los coloca en ángulo recto, lo q da la sensación de
q tiene codos
Apenas se
conoce nada sobre los ejemplares adultos de estos animales. Los científicos han
q se alimentan arrastrando sus brazos y tentáculos x el fondo y cogiendo a las
criaturas q allí encuentran. Otros creen q simplemente esperan a q alguna
criatura caiga en la trampa de sus largos apéndices