Hay personas q quieren q sus más
allegados no lloren x ellos cuando no estén. Una de esas personas era Alicia
Jones, q murió el pasado jueves y tenía muy claro cómo quería q fuera su último
adiós. Nada de tristeza, nada de símbolos de luto: sólo un homenaje acorde con
su estilo de vida
La prueba está en su esquela, donde
queda clara su voluntad
El diario “Fago de Vigo” recoge
la historia de Alicia, cuyos familiares y amigos cumplieron al dedillo con lo q
quería: los pinchos de tortilla, vasos de vino y botellines de cerveza hicieron
acto de presencia en la sala 7 del tanatorio Vigomemorial, según recoge este
medio. "A ella le encantaba la fiesta y no le hubiese gustado q
estuviésemos llorando aquí x su muerte. Queremos rendirle un último homenaje de
la manera q ella habría escogido", ha asegurado su hija Julie Fernández al
diario gallego
Todos los presentes en el inusual
velatorio coincidían en los términos empleados para definir a la mujer galesa.
"Era sencillamente extraordinaria, extrovertida y con un corazón enorme.
Todo el mundo la adoraba", apuntaba Nati Pérez, una de las primeras amigas
q hizo al llegar a Vigo
Está claro q su espíritu ha calado
entre los suyos: todos cumplieron con su deseo