lunes, 28 de enero de 2019

eLeCTRiCiDaD a PaRTiR DeL WiFi…



Teléfonos móviles totalmente flexibles, integrados en otros objetos (como la ropa q llevamos) y q no necesitan batería para funcionar. Ése es el escenario hacia el q avanzan investigadores del “Massachusetts Institute of Technology” (MIT) y de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y al q nos acercan un poco más con su último trabajo: un dispositivo q convierte la señal de una red “WiFi” en energía eléctrica para nuestros dispositivos

"Hemos creado una nueva forma de alimentar los sistemas electrónicos del futuro", afirma el español Tomás Palacios, profesor del Departamento de Ingeniería Eléctrica e Informática del MIT, director del Centro de Dispositivos de Grafeno y Sistemas 2D del mismo centro y coautor del artículo. "Ahora podemos aprovechar la energía “WiFi” de una forma q se puede integrar muy fácilmente a lo largo de grandes superficies, aportando una nueva inteligencia a todos los objetos q nos rodean"

El elemento clave q ha permitido este avance, cuyos detalles aparecen publicados en la revista “Nature”, es la aplicación de un material bidimensional a una antena rectificadora (o rectena); un dispositivo q convierte señales microondas en corriente continua. Los ingenieros han conseguido desarrollar una antena q captura las ondas electromagnéticas, incluidas las q se transmiten en una conexión inalámbrica, en forma de corriente alterna. Al pasar x un rectificador (la pieza q hace posible esa conversión de corriente alterna en continua) la señal se transforma en energía capaz de alimentar dispositivos electrónicos

En concreto la antena ha llegado a producir unos 40 microvatios de potencia, expuesta a niveles de potencia típicos de las señales “WiFi” (en torno a 150 microvatios), una cantidad q según los autores es más q suficiente para iluminar una pantalla de móvil o activar chips de silicio. Aunque de momento son prudentes, sus creadores esperan q la nueva tecnología se pueda materializar en los próximos años

"Siempre es difícil hacer predicciones sobre el futuro, pero creo q las primeras aplicaciones pueden aparecer en cinco o siete años", explica Palacios. "Probablemente se trate de sensores ambientales, como los q se usan para medir la contaminación, q no se puedan conectar directamente a la red eléctrica". Como reconoce el propio autor, aún es pronto para pensar en ir más allá de activar y mantener sensores. Pero quién sabe si a más largo plazo y con los desarrollos oportunos la utilización de este tipo de antenas podría ir mucho más allá e incluir la alimentación de ordenadores y dispositivos móviles, o la creación de nuevos sensores para todos los elementos del llamado Internet de las Cosas (IoT)