Hacía
décadas q los vecinos de Peraleda de la Mata (Cáceres) no veían al completo el
llamado “dolmen de Guadalperal”. El monumento megalítico data de entre el
III milenio y el II milenio a.C., según los datos del Ayuntamiento, pero en
1963 la creación del pantano de Valdecañas provocó q las 140 piedras q
estaban en pie quedaran sumergidas bajo el agua. Este año la sequía y una
serie de desembalses a Portugal han provocado q la zona haya quedado
completamente seca. Y los vecinos, ante la posibilidad de q el monumento
funerario siga deteriorándose bajo el agua, piden q sea trasladado
“La
piedra aún está bien, pero el granito está más poroso, hay grietas... Pero lo
más importante es q había un menhir esculpido con una serpiente, y se nota
ya muy erosionado, no aguanta más tiempo sumergido”, ha comentado el presidente
de Raíces de Peraleda, una asociación cultural del municipio q está luchando
para q la construcción no se pierda bajo el agua
La Junta
de Extremadura se ha puesto en contacto con la asociación, mientras los
vecinos han aprovechado para visitar el monumento megalítico, formado x una
cámara en óvalo de 5 metros de diámetro y un pasillo de acceso q tenía 21
metros de largo. Al final de este corredor es donde se encuentra el menhir.
Además, rodeando la cámara hay otro anillo exterior de piedras q sostenían el
túmulo, q según los expertos formaba una falsa cúpula, aunque hoy la cubierta
ha desaparecido
“Se
trata de un dolmen megalítico de gran valor q ahora, x primera vez, y
quién sabe si última vez, es accesible x completo y nuestra asociación quiere
lanzar la voz de alarma a las autoridades competentes para q aprovechando
la ocasión, lo rescaten de las aguas, pues aún está bien conservado, pero
ya muestra signos muy claros de deterioro y puede q la próxima vez q las
condiciones permitieran un rescate fuese ya demasiado tarde”, dice Castaño
El
monumento megalítico fue descubierto en 1925 x el sacerdote alemán Hugo
Obermaier, q también era arqueólogo, y q pasó una etapa invitado a la finca de
Guadalperal del Duque de Peñaranda. En los terrenos q entonces formaban parte
de la finca se encontraban los restos. “Todo el mundo en la zona sabía q había
unas piedras ahí, pero no q valieran algo”, cuenta Castaño. Obermaier lo
tuvo claro al verlas e inició unas excavaciones q duraron hasta 1927. “Todo lo
q encontró, se lo llevó a Alemania. Están en un museo de Munich”, cuenta el
presidente de la asociación cultural. “A este paso tendremos q lamentar q no se
llevaran las piedras también, al menos se habrían conservado”