jueves, 5 de octubre de 2017

ViSiTaNDo PoRTuGaL: oPoRTo I…


La vuelta a Oporto después de 7 años supuso una cantidad de recuerdos enormes, ya q desde mi punto de vista, la ciudad había cambiado a mejor. Seguía con su aire decadente, pero la notaba más cultural, más reformada, más europea. Si me gustó en su día, ahora me gustó mucho más

La primera parada en la estación de metro de Jardim do Morro, para poder contemplar su icónico puente de Luis I y poder atravesarlo andando y observar la maravilla de ciudad desde lo alto. Era un auténtico placer poder caminar x allí hasta la catedral, donde había una boda. Esta vez, como novedad, entré en el claustro, q la otra vez no pudimos hacerlo. Me gustan las paredes azulejadas tan típicas de Portugal, muy bonito. De ahí, a escasos metros, la parada obligatoria en la estación de trenes de Sao Bento, famosa x sus murales azulejados de tonos azules

Muy cerca de ahí, se encuentra la plaza de la libertad, con la ecuestre estatua de Pedro IV y al fondo el ayuntamiento de la ciudad. Siguiendo la calle Dos Clerigos, se llega a la famosa Iglesia y torre de los clérigos, un icono de la ciudad y uno de los puntos más altos de la misma. Antes de subir a la torre, al lado se encuentra la famosa librería Lillo & Ermao, donde la famosa escritora J.K. Rowling se inspiró para crear el mundo Harry Potter. Este lugar lo recordaba con ensueño, pero se ha convertido en un lugar masificado de turistas y en donde la entrada a la misma vale 4 euros (a descontar si compras un libro allí)… Un lugar a evitar si ya has estado

Antes de hacer una parada para comer en la plaza de Parada Leita, se encuentran dos iglesias pegadas una a la otra, la iglesia dos Carmelitas y Iglesia do Carmo. En ambas se vuelve a repetir lo mismo de todas, toneladas y toneladas de pan de oro… Iglesias barrocas q quedan sobresaturadas… No son de mi estilo favorito, pero son curiosas de ver… Al salir de ellas y con un gran agujero en el estómago debido a la pateada x la ciudad, llegó el momento de tomar la famosa “Francesinha”… La primera vez q la comí me pareció la mayor gochada culinaria, esta vez mi impresión varió un poco ya q estaba buena, pero… Gochada es, encima era más grande de lo habitual y a un precio de risa, 8,5 euros… Con eso se acaba el hambre en el mundo

Para bajar la explosiva comida, la mejor forma era la de subir a lo alto de la torre de los Clérigos, q la vez pasada tampoco subimos. Las vistas desde lo alto son una pasada y se agradecía el buen tiempo y el aire q soplaba. Al bajar lo q más me gusta, poder callejear x las calles portuenses, de esta manera llegué hasta el paseo x donde discurre el rio Duero antes de su desembocadura. Allí hay un montón de captadores de turistas para q subas a los barcos y des un agradable paseo x el río, x lo q me captaron y a ello q fui, jejeje. El paseo x el Duero y los 6 puentes. Es una pena q el puente De María Pia este cerrado al tráfico ferroviario y este en abandono, ya q es el verdadero puente q construyó Gustave Eiffel, y no el de Luis I y el icono de la ciudad. El paseo en el barco fue algo frio, ya q aunque hacía sol, el aire a la sombra hacía q deseara q terminase ya, jajaja

Otra de las atracciones de la ciudad es la subida en funicular y ahorrarte de esta manera unos cuantos escalones (más de 200), para terminar en la plaza Lg 1º de Dezembro, donde se puede tomar el tranvía clásico y recorrer en el la ciudad. Siguiendo el camino, uno se topa con la Iglesia da Ordem do Terço, con una fachada de azulejo muy llamativa y q merece la pena ver, x el ambiente de la plaza y la calle de tiendas q hay x allí, la calle de Santa Catarina. Aquí se encuentra la famosa cafetería Majestic, de estilo de principios de Siglo XX


Después de todo este día paseando, mis pies necesitaban descanso… Para mañana más