1.
Banda sonora de nuestra vida
Raffaella
Carrá forma parte de la banda sonora de nuestra vida. Sus éxitos siguen sonando
en las fiestas de esta España nuestra. Fiestas q fantásticas, fantásticas, esas
fiestas. ¿Quién no ha intentado emular algún paso coreográfico de la Carrá? Del
Tuca Tuca al su característico movimiento de melena. Su música forma parte
intrínseca de nuestra existencia. Hasta ha sobrevivido a la censura y no ha
tenido complejos a la hora de tratar todo tipo de temas a través de la tan importante
lúdica emoción de la diversión
2.
La pirueta todoterreno
En
la televisión nacional, han existido pocas comunicadoras capaces de realizar un
gran número musical al mismo tiempo q soportan el peso principal de la
conducción del programa de larga duración, en directo y en prime time. Concha
Velasco y Raffaella Carrá han sido de las pocas en derrochar ese talento de la
versatilidad escénica, de la capacidad para lograr un perfil de showoman en su
máxima expresión. Bailando, presentando y haciendo lo q hiciera falta para
mantener vivo el espectáculo (y no Pablo Motos)
3.
La inteligencia de la ironía
Pero
Raffaella ha conquistado la complicidad del público xq, además de sus
reconocibles canciones y de llenar el escenario con sus interminables
coreografías, ha demostrado, sobre todo, ser una extraordinaria comunicadora,
con una espontaneidad y una intuición abrumadoras q siempre saben jugar sus
cartas, en directo, para alcanzar la empatía televisiva
Sin
sibaritismos, sin divismos, Raffaella Carrá en plató se arremanga y se deja
llevar x un carismático instinto del espectáculo q cuenta con lo más importante
en televisión: reflejos para incluso reírse de uno mismo. Es más, si hace
falta, hasta con cierto humor negro. Así son las grandes comunicadoras:
transparentes frente al espectador, dispuestas a ser ellas mismas con
responsabilidad, pero sin fobia a la naturalidad
Como
ella misma dijo, al despedirse de su primera etapa de Hola Raffaella, “Quiero
decirles q durante estos programas he tenido tiempo de conocerlos, pero ahora
tengo muchas más razones para no olvidarles. En cuanto a mi español, he
mejorado lo suficiente para aprender la palabra “enriquecedor”, q es la mejor
para definir mi estancia en España. Estoy muy emocionada”. Y a esto añadió como
colofón: “Muchas gracias x recibirme de esta forma, ahora me llaman sólo
Raffaella. Carrá se ha olvidado. Y esto es lo máximo q me podía pasar “
Y
eso pocas veces se consigue: traspasar la pantalla hasta contagiar lo más
importante en televisión, una arrolladora personalidad propia q olvida
rimbombantes nombres artísticos para convertir a la estrella en parte querible
de nuestra existencia
Hasta
siempre Raffaella, te echaremos de menos ☹