sábado, 6 de julio de 2019

NaVaRRa PaRTe II…



¡¡¡Felicidades, Sergio!!! Cuando nos levantamos fue lo primero q hicimos, felicitar a Sergio, después de salir del cuarto de baño tras más de media hora encerrado en el… ¿Q estaba haciendo? No lo sabemos, pero según el solo fueron 10 minutos, jajaja. Su primer cumpleaños fuera de casa, no se cumplen 36 todos los días. X eso, le hicimos q soplase las velas en una magdalena y le hicimos un pequeño regalo, un polo y una camiseta para q renovase su fondo de armario… Pero como si no, xq le cogimos la talla M y usa una S. ¡Lauris, y mira q te lo dije, la S, ¡la S! Jajaja

La idea del día de hoy era la de ir a ver el chupinazo a Pamplona, para dar comienzo a las fiestas de San Fermín. Fuimos a Pamplona, pero salimos relativamente tarde, ya q en teoría nos íbamos a levantar a las 7:00 de la mañana… Al final salimos de casa sobre las 10:00 o así, jejeje. Como Sergio tenía q ir con el móvil en la mano, xq le llamaban cada poco para felicitarle y le escribían también mensajes, me cedió las llaves de su “Megane” y tuve q llevar el coche hasta Pamplona. Q odisea… Jajaja, se me hacía super raro conducir ese coche, después de estar siempre con mi Copito. Aparcamos en una zona de nueva construcción, a la q llegamos al centro en 30 minutos caminando

Lo primero en lo q nos fijamos fue en q nuestro atuendo para visitar la ciudad en plenas fiestas, no era el correcto. Toda la gente iba de blanco, con la pañoleta roja atada al cuello y el fajín rojo en la cintura… De los tres, la q tenía algo blanco era Lauris, jejeje. ¡Hasta los guiris iban de blanco! Vaya fallo, jajaja

Como era prácticamente imposible adentrarse en la zona de la plaza del ayuntamiento x las hordas de gente q había, decidimos ir a la plaza del Castillo, donde había pantallas gigantes q iban a retransmitir en directo el chupinazo para toda España y el mundo. Pues bien, para allí q fuimos. Nos cobijamos a la sombra de unos árboles, donde se veía bien la pantalla y donde unos cuantos jóvenes ya estaba festejándolo, tirándose x encima la sangría y quedando de color rosa sus ropas en vez de blancas. Yo pensaba, como me caiga una puta gota de vino en la ropa, ¡ra-jo! A escasos 15 minutos de q el chupinazo diera comienzo, la plaza comenzó a llenarse de gente… Y más gente, y más… Madre mía como se puso en unos pocos minutos. X mi altura, yo veía la pantalla (Lauris y Sergio les costaba algo más) e iba diciéndoles, quedan 10 minutos, quedan 5, quedan… Y ya no vi más, xq a escaso minuto, toda la gente comenzó a levantar los brazos para enseñar la pañoleta de San Fermín y ya ni pantalla ni ostias, jajaja. Entre el jolgorio y las voces de la gente, no se oía nada y solo cuando la multitud estalló al unísono y comenzó a dar botes y saltos, la sangría volaba x los aires, al igual q las botellas, vasos y flotadores varios, entendimos q el chupinazo había dado comienzo a las fiestas de Pamplona

El suelo estaba pegajoso, daba asco caminar x la plaza, x eso comenzamos a movernos para intentar ir a algún lugar y ver q se cocía en este sitio. Mucha gente, había q resguardarse del sol y q mejor manera q adentrarse x las callejuelas… Pero había otro inconveniente, ¡la gente tiraba calderos de agua a la calle para refrescar al personal! Esto la peña extranjera lo debe de flipar, jajaja. Íbamos los tres mirando hacia las ventanas para q no nos cayese nada a la cabeza, jajaja, y mientas la multitud se desperdigaba, entramos en una tienda para comprar algo típico de aquí, ¡el fajín de San Fermín! Como auténticos navarricos, jejeje. Le dijimos a la chica de la tienda q como se ponía, y tiene una explicación. Las mujeres lo llevan en el lado derecho y los hombres al lado izquierdo. Amablemente la mujer nos los ató y quedamos Lauris y yo hechos un pincel. Ya no llamábamos tanto la atención, ya teníamos un atuendo más navarro, jejeje

En este tipo de fiestas, lo mejor es salir x la calle y dejarse llevar, ya q a los bares no puedes entrar. La fiesta está en la calle, con las charangas paseando x ellas, las bandas de música… Pufff, yo flipé un poco xq había muchísima gente, y después de pedir en una tienda del casco antiguo una botella de agua y Lauris una cerveza, nos quedamos disfrutando x entre las calles de como disfrutaba la gente, bailando, riendo y gozando sin parar

El sol apretaba q daba gusto y las sombras x la ciudad estaban muy cotizadas. Pasaron como unas dos horas o así y decidimos q era la hora para ir a comer. Comprar algo y poder comerlo tranquilamente en algún parque. Vimos un “Carrefour Express” y allí hicimos avituallamiento, jejeje. Unas ricas ensaladas, pan y Sergio se cogió media sandia… Como no veíamos ningún parque, nos pusimos a comer al inicio de la calle mayor, apoyados en la pared de la iglesia de San Lorenzo, q se estaba fresquito bajo la sombra y donde pudimos descansar durante un gran rato. Como a casi todo el mundo le pasa, después de comer entra sueño, x lo q nos acercamos al parque de la Taconera y allí entre un bonito parterre, nos tumbamos a la fresca a descansar junto con otra mucha gente…

La segunda parte de este día la describiré más adelante…