No
es la única ofensiva contra el feminismo durante estos días. Un 8M de flores y
mariposas realizadas en croché en Colmenarejo (Madrid) fue quemado; en Cuenca,
la pancarta q las feministas colocaron para renombrar el puente Mariano Moreno
como "puente Vivas Nos Queremos" apareció cubierto de tachaduras y
pinturas el 6 de marzo y en Sevilla, la pancarta q la Diputación había colocado
en la verja de su sede fue hecha jirones.En la concentración estática de
Barcelona, un hombre roció con gas pimienta a cinco mujeres q estaban en el
bloque no mixto de trabajadoras del hogar del sindicato Sindillar/Sindihoga,
mientras q en la Puerta del Sol de Madrid un grupo de personas irrumpió en la
protesta convocada x el Sindicato de Estudiantes cantando el “Cara al Sol”
Los
ataques al movimiento feminista no son nuevos, pero este 8M ha desatado una ola
de acciones acumuladas en torno a la fecha más simbólica para la lucha en favor
de los derechos de las mujeres. Todo ello en un escenario político muy
polarizado y azuzado x el negacionismo de la violencia machista de Vox y el
continuo cuestionamiento q hace la formación de extrema derecha del feminismo.
No solo en términos de veto a las políticas de igualdad de género desde las
instituciones, a las q entró x primera vez hace algo más de dos años, sino
también en lo q se refiere a erigirse como altavoz del antifeminismo
El
establecimiento de una relación de causa y efecto entre los discursos políticos
y las agresiones y ataques no es fácil de demostrar, pero en lo q sí coinciden
las expertas consultadas es q estas acciones vienen precedidas "de un
clima de legitimación de los discursos de odio" x parte de la extrema
derecha y q funcionan exactamente tal y como hemos visto en el caso del 8M.
Funciona "deshumanizando, rebajando o descalificando a personas o
colectivos", además de "como sucede muchas veces con la homosexualidad,
legitimando una especie de reacción de autodefensa social sobre colectivos q se
señalan como el origen de determinados males", como ha ocurrido con la
expansión del coronavirus y el feminismo, explica la abogada penalista experta
en igualdad de género y derechos humanos Laia Serra
Y
es que este 8M, además, llegaba atravesado x el relato creado x la derecha
en torno a esta misma fecha de 2020, señalada como foco clave de expansión de
la COVID-19, lo q ha servido a los sectores conservadores para desacreditar la
gestión del Gobierno durante la pandemia, y también al feminismo. Un fantasma q
han vuelto a agitar a medida q el día se acercaba: Vox llegó a pedir q se
declarara el Día Nacional de las Víctimas de Coronavirus, mientras q Isabel
Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, donde al final se prohibieron
las concentraciones, lo calificó como el "día de la mujer contagiada"
El
PP se mueve entre arenas movedizas: Pablo Casado quiere marcar distancias con
los de Abascal, pero no siempre condena sus discursos de forma contundente y es
habitual su defensa tibia de la igualdad. Y ocurre algo similar con otros
representantes de su partido. Un ejemplo paradigmático es lo ocurrido con el
mural de Ciudad Lineal: el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida,
prometió este lunes q lo devolvería a su estado anterior, pero solo hace unas
semanas apoyó la idea de Vox de borrarlo
En
este sentido, la Catedrática de Ciencia Política de la Universidad Autónoma de
Barcelona Eva Anduiza señala como "clave" el papel de los populares, xq
su posicionamiento "condicionará a la hora de contener las repercusiones q
pueda tener el discurso" de Vox. "En España la cuestión de la Ley de
Violencia de Género, x ejemplo, suscitó un consenso muy importante solo roto
con la aparición de Vox. Hay q ver si este contexto se mantiene", añade
Precisamente
el pasado 23 de febrero la formación de Santiago Abascal presentó en el
Congreso una iniciativa para derogar la norma a la q todos los partidos votaron
en contra. El bloque de izquierda y nacionalista plantó al partido
respondiendo con los nombres de todas las mujeres asesinadas desde 2003, algo a
lo q el PP y Ciudadanos descartaron unirse, aunque sí aplaudieron las
intervenciones y participaron en la ovación final q dejó solo a Vox
La
politóloga Verónica Fumanal observa una "concatenación clarísima del
efecto del discurso político: hay alguien q señala y otros q ejecutan". El
mural se había inaugurado en septiembre de 2018, "el año grande del
feminismo, donde hay un enorme consenso social entre mujeres del mundo de la
izquierda y también de la derecha", explica Fumanal, "y x tanto ese
mural es considerado como algo q nos concierne a todas y a todos". Pero,
en cambio, algo se activa cuando "un partido político lo pone en la picota,
lo quiere eliminar xq lo considera de parte, lo tilda de antidemocrático y dice
q agrede a los q se supone q no son parte de ese movimiento". A partir de
ahí "se ha generado el señalamiento de este mural como algo peligroso y
ofensivo"
En
ese momento comienza un debate en las instituciones políticas locales, pero, en
realidad "da igual ese debate" xq "lo q se produce es una cámara
de resonancia donde se lo sitúa en el punto de mira y esos partidarios
consideran q hay q quitarlo sí o sí". Es ahí donde la politóloga observa
"la influencia de ese discurso político, q parece inocuo xq son minoría,
de momento, pero sí q son peligrosos xq es como sacar la pasta de dientes del
tubo: una vez q la has sacado no se puede volver a meter", advierte
La
acumulación de ataques alrededor del 8M, y fundamentalmente en murales públicos
y manifestaciones, apuntan las expertas, no es casual. La fecha es importante,
recalca la abogada Laia Serra, xq "son crímenes de odio simbólicos, de
afianzamiento del poder, así q el hecho de q se haga de esta forma tiene todo
el sentido xq es una advertencia colectiva y de disciplinamiento social a todas
las mujeres", añade. Para Serra, los actos son una manera de
"intentar marcar territorio y ejercer poder" frente al avance de
derechos y apunta a q no constituyen un hecho aislado, sino "un ataque
contra el feminismo en general, contra todas las mujeres. X eso lo q atacan son
símbolos políticos y públicos"
En
este sentido, Anduiza circunscribe la ola de ataques en el marco de un fenómeno
común en sociología, el “backlash”, un término inglés q hace
referencia a una respuesta negativa x parte de grupos o personas en contra de
algo q ha avanzado o ganado popularidad. "Cuando hay un momento de
movilización feminista progresista" siempre trae consigo "un
contramovimiento conservador y antifeminista". A nivel político
"macro" sería la aparición de Vox, en cuyo discurso "juega un
papel muy importante el feminismo", pero también a nivel individual
"con actitudes sexistas más sutiles, q vienen a decir q las protestas no
están justificadas xq no hay discriminación o q las leyes perjudican a los
hombres". Un discurso q "está más presente o se ha visibilizado
más", señala la catedrática de Ciencias Políticas
El
"shock" o punto de inflexión fue 2018, año en el q las protestas
feministas x el 8M empezaron a ser multitudinarias y se combinaron con el foco
puesto en la violencia sexual, con el movimiento “MeToo” o el caso de “la
manada”. Al principio "la reacción fue 'esto es un grave problema', pero
después ha aparecido el “backlash”, q seguramente estamos viendo cómo se
intensifica ahora"
Frente
al mural de Ciudad Lineal (Madrid) vandalizado con gigantes borrones de pintura
negra, un joven mojaba una escoba en una cubeta de pegamento para colocar un
póster encima. Mientras tanto, expresa algo en lo q, en la mañana siguiente al
ataque, muchos otros coincidían: "esto da idea del empoderamiento de los
grupos fascistas, apoyados en los partidos políticos de la derecha". Quién
hubiera "reivindicado" el acto les importaba poco a los allí
presentes. No pensaban q hubiera un único responsable. El del polidedeportivo
de La Concepción no fue el primero ni el último. El día antes, su réplica en
Alcalá de Henares apareció mancillado de la misma manera y, al día
siguiente, la copia creada en Getafe, también. Los tres habían sido
dibujados x el colectivo UNLOGIC. El Ayuntamiento de Getafe, institución q
había realizado el encargo y q había sido ejecutado apenas unos días
antes, el 6 de febrero, ha anunciado en su cuenta de “Twitter” q
"recuperará el mural tantas veces como sea necesario"
Los
ataques contra el feminismo no se han limitado a la presencia del mural en el q
están representadas mujeres como Rosa Parks, Frida Kahlo, Angela Davis o
Chimamanda Ngozi, también se han dirigido a los símbolos. En el pueblo de
Colmenarejo (Madrid), un 8M de flores y mariposas realizadas en croché x la
pequeña Asociación Tejiendo, apareció quemado en la mañana del 7 de marzo en
una ventana del centro cultural. Las autoras publicaron en las redes sociales:
"No lograrán detenernos. Las rosas y las mariposas volverán a nacer de las
cenizas". Al día siguiente, cogieron de nuevo las agujas y empezaron a
reconstruirlo, colgando a su lado un cartel q dice: "8M: el movimiento
pacífico más largo de la historia". En total han sido cinco ataques a
murales feministas en cinco días, con la jornada del Día Internacional de la
Mujer en el centro
Tampoco
ha sido Madrid la única comunidad autónoma donde se han registrado. Otro mural
titulado “Dones en lluita per la igualtat”, con rostros de mujeres referentes
como Simone de Beauvoir, María Zambrano, Violeta Parra, Clara Campoamor o
Victoria Kent, entre otras, fue pintado con esvásticas y pintura roja en la
localidad de Gandía. Este mural está ubicado junto al Instituto Ausiàs March,
el cual también recibió pintadas en el mismo sentido en su patio. Esto sucedió
el 5 de marzo; unos días después, este lunes 8, las lonas publicitarias
ubicadas en el paseo Germanías anunciando la exposición “Donart”, q recoge la
obra de más de 50 mujeres, aparecieron rajadas. No es la primera vez q Gandía
sufre este tipo de ataques, el “Mural de la Diversitat”, en el q aparecen dos
mujeres besándose, viene siendo objeto de pintadas desde hace tres años. Y
también en Huelva: este 9 de marzo, el mural q Cynthia Veneno había pintado en
el parque Moret x un encargo de la asociación Mujeres 24H, el pasado día 6
apareció cubierto de esvásticas
En
Cuenca, el puente Mariano Moreno, q fue significado x colectivos feministas de
la ciudad el pasado 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la
Violencia, renombrándolo como "puente Vivas Nos Queremos" apareció
cubierto de tachaduras y pinturas con espray el 6 de marzo. Durante la
manifestación del 8M en Barcelona, el bloque no mixto de trabajadoras del hogar
del sindicato Sindillar/Sindihogar sufrió una agresión x un hombre provisto de
un envase de gas pimienta q quiso entrar en esta zona acotada compuesta
únicamente x mujeres y descargó el espray sobre los ojos de seis de ellas. Y en
Sevilla, la pancarta q la Diputación había colocado de la verja de su sede
apareció hecha jirones un día antes del 8M. Ni siquiera los pueblos más
pequeños se libran: el Ayuntamiento onubense de Cañaveral de León, de apenas
400 habitantes, denunció en su página de “Facebook” la quema de los
adornos de punto tejidos en lana morada q una vecina había hecho para la Fuente
de El Botón, un patrimonio q forma parte del catálogo BIC de la Junta de
Andalucía
“Revolutio”,
el grupo q se ha atribuido parte de la acción sobre el mural de Ciudad Lineal,
es una organización desconocida cuyo dominio en internet fue comprado el 20 de
noviembre de 2020, según ha señalado el analista de inteligencia Marcelino
Madrigal. "No es más q uno más de los cincuenta mil q pululan en la órbita
de la ultraderecha y los ultracatólicos" dentro de un movimiento q
"está desatado", explica. Este grupo es, para Verónica Fumanal,
"una sociedad pantalla" q esconde el verdadero origen, q es "el
q tiene la legitimidad política, q solo se consigue con la representación
parlamentaria o la institucional". "Dentro del ideario sociopolítico
e incluso psicopolítico no se puede comparar en absoluto un grupo q tiene la
legitimidad social de haber emergido como representante de una sociedad, con
estos señores de esta pantalla q están ahí para q la responsabilidad no llegue
a donde tiene q llegar, q es quienes señalaron y quienes pusieron en la picota
un cartel"