Además
del hardware, q ya de x sí es un proyecto bastante interesante, el código de la
brújula de pizza es libre y se puede descargar para aprender y/o mejorar. Entre
otras cosas obtiene la posición GPS del dispositivo y su orientación (con
una brújula “de verdad”, un magnetómetro) y luego se comunica con la API
de “Google Maps”, para buscar “pizza” y calcular la dirección a la pizzería más
cercana
El
vídeo q ha hecho “Wired” para explicar todo el proceso de
creación del chisme es una buena micro producción. Según Grand, sus
objetivos eran tres: (1) q funcionara realmente y “apuntara a las pizzas”, (2)
q fuera un dispositivo independiente y (3) q fuera lo más simple posible. Yo
creo q lo ha conseguido con creces. Luego se ve cómo se monta un prototipo
(incluye escribir el código) y finalmente cómo se diseña la placa y se monta
toda la circuitería. Tiempo total: 3 semanas
Como
todo aficionado a este tipo de cosas sabe, el reparto del tiempo del
proyecto hace q el primer 10% se dedique a construir un producto q
funcione, mientras q el 90% restante se emplea en “gilipolleces varias” propias
del refinado del chisme: q si diseñar la placa bonita, soldarlo y montarlo todo
de forma firme, depurar el código y un indefinido número de etcéteras. Algo q
siempre fastidia un poco xq con el 10% inicial ya funcionaba, pero
bueno. ¡Así es el mundo “hackeril” de los inventores locos!