Trece
años después, España reina de nuevo en el baloncesto mundial. La
canasta a sus pies. Histórico triunfo q corona en China a un grupo magnífico q
se fue haciendo inmenso durante el campeonato hasta alcanzar lo más alto del
podio. El oro de todos los tiempos. El más complicado e inesperado. La victoria
de la fe y el corazón. Del orgullo y la constancia. El colectivo x encima del
talento. Una medalla q alarga la leyenda del baloncesto nacional y q marca el
camino para el futuro. Historia del deporte español
Alejadas
x más de 2.000 kilómetros, Saitama y Pekín parecen ya para
España una misma ciudad. Unidas ambas en el corazón de los aficionados
españoles. Dos lugares q serán especiales para siempre. En Japón se ganó el
primer oro, el q marcó el camino de una década larga de triunfos y medallas; en
China, el segundo, con el q se abre una nueva senda, ya sin el talento de
antaño, pero con la misma ambición. Con el colectivo como bandera. Sin límites
de ningún tipo
No
era un día para especular, así q salió enchufada la selección, con Oriola en
lugar de Claver en el cinco inicial. Un cambio q Scariolo ya hizo el día de
Serbia y q le vino muy bien al equipo. No perdió España un ápice de intensidad
defensiva, su seña de identidad en el Mundial, y además ganó mordiente en
ataque, pues el catalán no se mostró tímido a pesar de su inexperiencia en este
tipo de encuentros. Él abrió y cerró un parcial de 14-2 con el q la selección
se presentó al partido. Arranque demoledor ante una Argentina errática y
nerviosa a la q se le notó demasiado ancho el traje de la final
Solo Brussino acertaba
con el aro y gracias a él se reenganchó la albiceleste. Sus ocho puntos
consecutivos despertaron a sus compañeros y equilibraron el choque (12-14, min.
8). X entonces, la pista era ya un campo de batalla, donde cada balón se
disputaba como si fuera el último. Dos guerreros frente a frente. La sequía de
España obligó a Scariolo a hacer cambios y la rotación no le pudo venir mejor a
la selección. Sin Ricky y sin Marc, el combinado nacional despegó. La fuerza
del grupo. Ribas y Llull ataron en corto a Campazzo y Laprovittola y x ahí
comenzaron los problemas de Argentina, q sin ellos y sin Scola (inédito en la
primera mitad) tenía muchas dificultades para sumar
Sí
lo hacía España, con un Willy Hernán Gómez inmenso x primera vez en
el campeonato. Centrado en defensa y determinante en ataque. La versión q
Scariolo llevaba esperando desde el primer día llegó tarde, pero llegó. Entre
él y Rudy Fernández (dos triples estratosféricos) fabricaron un parcial de 17-1
q puso en órbita al equipo (14-31, min. 12)
Sonó
la alarma en el banquillo sudamericano, sin ideas para frenar el vendaval
español. No estaba Scola y tampoco Garino. Solo Laprovittola (ocho puntos
seguidos del nuevo jugador del Real Madrid) ejercía de sostén de la frágil
resistencia de Argentina, q jugaba a impulsos. Mecida x el corazón más q x la
cabeza (27-35, min. 17). Su única esperanza estaba a esas alturas en la defensa
y a ella se agarraron con la dureza acostumbrada. Permitían los árbitros el
contacto de los sudamericanos y castigaban a los españoles, lo q llevó a Ricky
al descanso con tres faltas. Peligro, pero menos, pues la ventaja era ya
importante al término del segundo cuarto (31-43) y se iba a hacer inabarcable
en el inicio del tercero
Xq
salió decidida España a colgarse el oro sin sufrir. Exhibiendo todo su poderío
defensivo y desplegando las alas en ataque. Doce puntos seguidos a los q
sumaron seis defensas de manual. Puro espectáculo q Ricky selló con un 2+1 q le
daba la máxima a la selección (33-55, min. 25). Era x entonces Rudy un gigante
entre gigantes. Capitán general de la retaguardia nacional, contra la q no
había antídoto q valiera en el banquillo albiceleste. Tardó Scola 27 minutos en
anotar su primer punto, reflejo de la efectividad de la defensa española. No
había fisuras esta vez en el rebote (doblaba la selección a Argentina en ese
apartado) y tampoco en el tiro libre. Funcionaba todo tan bien, q daba miedo
(45-65, min. 30)
Le
quedaba a la albiceleste un último arreón. No iban a bajar los brazos después
de haber llegado a las puertas de la gloria. Tenerla tan cerca y no tocarla.
Tiró de épica el equipo de Sergio Hernández, con su trío de madridistas en la
punta de lanza. Deck, con 15 puntos en el último cuarto, lideró el amago de
remontada. Xq nunca estuvo realmente cerca Argentina. Xq nunca peligró el oro
de España (66-78, min 36)
Lo
intentó a la desesperada, sin plan establecido, pero no había forma de meterle
mano a la determinación de España. La misión del oro q Ricky llevaba cocinando todo
el verano en su cabeza se hizo realidad. La medalla más inesperada. El oro de
todos los tiempos. El q recuerda lo q un día fue el baloncesto español y el q
señala lo q puede seguir siendo