domingo, 15 de septiembre de 2019

CaMPeoNeS DeL MuNDo…



Trece años después, España reina de nuevo en el baloncesto mundial. La canasta a sus pies. Histórico triunfo q corona en China a un grupo magnífico q se fue haciendo inmenso durante el campeonato hasta alcanzar lo más alto del podio. El oro de todos los tiempos. El más complicado e inesperado. La victoria de la fe y el corazón. Del orgullo y la constancia. El colectivo x encima del talento. Una medalla q alarga la leyenda del baloncesto nacional y q marca el camino para el futuro. Historia del deporte español

Alejadas x más de 2.000 kilómetros, Saitama y Pekín parecen ya para España una misma ciudad. Unidas ambas en el corazón de los aficionados españoles. Dos lugares q serán especiales para siempre. En Japón se ganó el primer oro, el q marcó el camino de una década larga de triunfos y medallas; en China, el segundo, con el q se abre una nueva senda, ya sin el talento de antaño, pero con la misma ambición. Con el colectivo como bandera. Sin límites de ningún tipo

No era un día para especular, así q salió enchufada la selección, con Oriola en lugar de Claver en el cinco inicial. Un cambio q Scariolo ya hizo el día de Serbia y q le vino muy bien al equipo. No perdió España un ápice de intensidad defensiva, su seña de identidad en el Mundial, y además ganó mordiente en ataque, pues el catalán no se mostró tímido a pesar de su inexperiencia en este tipo de encuentros. Él abrió y cerró un parcial de 14-2 con el q la selección se presentó al partido. Arranque demoledor ante una Argentina errática y nerviosa a la q se le notó demasiado ancho el traje de la final

Solo Brussino acertaba con el aro y gracias a él se reenganchó la albiceleste. Sus ocho puntos consecutivos despertaron a sus compañeros y equilibraron el choque (12-14, min. 8). X entonces, la pista era ya un campo de batalla, donde cada balón se disputaba como si fuera el último. Dos guerreros frente a frente. La sequía de España obligó a Scariolo a hacer cambios y la rotación no le pudo venir mejor a la selección. Sin Ricky y sin Marc, el combinado nacional despegó. La fuerza del grupo. Ribas y Llull ataron en corto a Campazzo y Laprovittola y x ahí comenzaron los problemas de Argentina, q sin ellos y sin Scola (inédito en la primera mitad) tenía muchas dificultades para sumar

Sí lo hacía España, con un Willy Hernán Gómez inmenso x primera vez en el campeonato. Centrado en defensa y determinante en ataque. La versión q Scariolo llevaba esperando desde el primer día llegó tarde, pero llegó. Entre él y Rudy Fernández (dos triples estratosféricos) fabricaron un parcial de 17-1 q puso en órbita al equipo (14-31, min. 12)

Sonó la alarma en el banquillo sudamericano, sin ideas para frenar el vendaval español. No estaba Scola y tampoco Garino. Solo Laprovittola (ocho puntos seguidos del nuevo jugador del Real Madrid) ejercía de sostén de la frágil resistencia de Argentina, q jugaba a impulsos. Mecida x el corazón más q x la cabeza (27-35, min. 17). Su única esperanza estaba a esas alturas en la defensa y a ella se agarraron con la dureza acostumbrada. Permitían los árbitros el contacto de los sudamericanos y castigaban a los españoles, lo q llevó a Ricky al descanso con tres faltas. Peligro, pero menos, pues la ventaja era ya importante al término del segundo cuarto (31-43) y se iba a hacer inabarcable en el inicio del tercero

Xq salió decidida España a colgarse el oro sin sufrir. Exhibiendo todo su poderío defensivo y desplegando las alas en ataque. Doce puntos seguidos a los q sumaron seis defensas de manual. Puro espectáculo q Ricky selló con un 2+1 q le daba la máxima a la selección (33-55, min. 25). Era x entonces Rudy un gigante entre gigantes. Capitán general de la retaguardia nacional, contra la q no había antídoto q valiera en el banquillo albiceleste. Tardó Scola 27 minutos en anotar su primer punto, reflejo de la efectividad de la defensa española. No había fisuras esta vez en el rebote (doblaba la selección a Argentina en ese apartado) y tampoco en el tiro libre. Funcionaba todo tan bien, q daba miedo (45-65, min. 30)

Le quedaba a la albiceleste un último arreón. No iban a bajar los brazos después de haber llegado a las puertas de la gloria. Tenerla tan cerca y no tocarla. Tiró de épica el equipo de Sergio Hernández, con su trío de madridistas en la punta de lanza. Deck, con 15 puntos en el último cuarto, lideró el amago de remontada. Xq nunca estuvo realmente cerca Argentina. Xq nunca peligró el oro de España (66-78, min 36)

Lo intentó a la desesperada, sin plan establecido, pero no había forma de meterle mano a la determinación de España. La misión del oro q Ricky llevaba cocinando todo el verano en su cabeza se hizo realidad. La medalla más inesperada. El oro de todos los tiempos. El q recuerda lo q un día fue el baloncesto español y el q señala lo q puede seguir siendo