jueves, 26 de octubre de 2017

La FeLiCiDaD SeGúN eiNSTeiN...


Las dos notas manuscritas y con la firma de Albert Einstein q el científico dejó a un mensajero como propina tras saber q le había sido concedido el Nobel, fueron adquiridas hoy en una subasta en Jerusalén, multiplicando x 200 el valor esperado, y una de ellas superó el millón y medio de dólares

Se trata de dos peculiares documentos q el científico judío alemán dejó a un empleado q le llevó un mensaje en el Hotel Imperial de Tokio, en 1922. La más amplia de esas dos breves notas, con un precio de salida de 2.000 dólares y q una casa de subastas calculaba q alcanzaría un precio final de entre 5.000 y 8.000, superó todas las expectativas y se vendió x 1.560.000 dólares

Se trata de un párrafo escrito en un folio de 13 x 21 centímetros con el logotipo del hotel japonés y q reza “La calma y una vida modesta trae más felicidad q la persecución del éxito combinado con agitación constante. Noviembre 1922, Tokio” y la firma del científico más destacado del siglo XX

El segundo texto, más corto y en un papel más pequeño, de 14 x 18 centímetros y con el mensaje manuscrito “Cuando hay voluntad, hay camino” y la firma de Einstein, salió a subasta con un precio de mil dólares, se estimaba q llegaría a entre 4.000 y 6.000 y finalmente se vendió x 240.000

En octubre de 1922, Einstein se embarcó en un viaje a Japón para dictar conferencias y, durante el mismo, se enteró x un telegrama de q se le había concedido el Premio Nobel de Física 1921 (había quedado vacante el año anterior)

El científico decidió proseguir su viaje, lo q le llevó a perderse la entrega de premios en Estocolmo ese mes de diciembre. Una vez en Tokio “trató de poner sus pensamientos y sentimientos en papel. Cuando un mensajero fue a su cuarto, no tenía suelto para darle una propina y decidió sacar partido a su nuevo estatus y darle dos de sus escritos”, indicó la casa de subastas


Einstein advirtió al sorprendido mensajero q guardase los papeles, ya q en el futuro estos podrían valer más q una propina habitual, como ha resultado ser casi un siglo más tarde