Cada nuevo curso escolar hay q comprar
materiales y casi nunca falta en las mochilas de los alumnos una caja de
lápices de colores Alpino. El rojo y el verde han sido siempre los
protagonistas de ésta envoltorio metalizado en el q se pueden ver montañas, un
cervatillo y un lápiz gigante. Todos estos elementos han hecho q la marca
siempre fuera reconocida y se convirtiera casi en una tradición su adquisición
Sin embargo había un detalle q pasó
inadvertido para muchos: un cartel q pone 10 km. Un usuario de “Twitter”
fue quien escribió un mensaje a la empresa para preguntar sobre este asunto q
nunca llegó a resolver en su niñez. «Pasan los años y sigo sin saber q es lo q
estaba a 10 kilómetros...». Desde ese momento, las redes sociales comenzaron a generar
teorías sobre lo q podría significar y el tuit llegó a compartirse casi
7.000 veces
Una de las posibilidades q barajaban
los usuarios era q la indicación de estos 10 km era la distancia q se
podría pintar con uno de esos lápices de colores. Así q, ante esta polémica,
Alpino, decidió intervenir
“Muchos os estáis preguntando sobre
los 10 km q aparecen en la caja de lápices Alpino. ¿Nos cuentas tu versión? ¡Si
llegamos a los 5.000 “likes” desvelaremos el misterio!” publicó en “Facebook”.
Además, advirtió q debían ser escépticos con lo q se leyera sobre la posible
solución: “No te creas todo lo q lees”, le dijo a un usuario
El lunes x la tarde el reto se
consiguió y la empresa desveló el secreto: “¡¡a 10 kms se encuentra el pueblo
más cercano!!” No se trata de Maienfeld (el pueblo de Heidi) sino q se refiere
a un pueblo imaginario. Los creadores de Alpino nunca llegaron a
especificar ni el pueblo ni la región de la q se trataba. Lo q sí dijeron fue q
les encantaba el paisaje de los Alpes y q se inspiraron en sus montañas para
crear la mítica imagen de la caja de lápices
De modo q los hermanos Masats q
crearon esta empresa española en Gijón en 1933 decidieron q la caja
contuviese uno de los factores claves del dibujo: la imaginación. La misma
q tuvieron cuando comenzaron a utilizar los trozos de madera q sobraban de la
fábrica de juguetes en la q trabajaban para elaborar lápices con minas de colores
en la cocina de su casa