El trabajo en el laboratorio puede ser
rutinario, tedioso y a veces muy intenso. En medio de jornadas maratonianas, en
las q se combinan la tensión x cumplir con los plazos con la lentitud y la
complejidad de los protocolos, puede haber también situaciones delicadas q
pueden resultar extremadamente peligrosas. X ejemplo, es muy habitual
manejar sustancias cancerígenas (como la acrilamida, un agente
intercalante del ADN). Se trabajan con compuestos tóxicos y corrosivos,
animales y patógenos, líquidos hiper calentados q pueden saltar x los aires al
más mínimo movimiento (nuestro querido éter) y fuentes emisoras de radiación
Un artículo publicado en “Popular
Science” recoge algunas de las situaciones mortalmente peligrosas con las
q los investigadores pueden encontrarse a diario
Helio a -260 ºC: X ejemplo, Jenny
Ardelean, estudiante de ingeniería mecánica en la Universidad de Columbia
(EE.UU.), habla sobre el peligro de trabajar con helio líquido en
investigaciones con materiales. Los científicos usan este líquido cuando necesitan
trabajar con temperaturas extremadamente bajas, x ejemplo para alcanzar el
estado de super enfriamiento o para crear superconductores. Si ocurriera una
fuga, el helio podría evaporarse, quemar tu piel o desplazar el oxígeno y
acabar sofocándote. Aparte de los daños directos sobre la piel, la evaporación
del helio reduce la presión parcial de oxígeno en el aire y dificulta su
entrada en el organismo a través de la respiración. El hielo seco de CO2 q
suele estar a unos -78,5 ºC, no es tan extremo, pero produce consecuencias
similares. Genera unas interesantes nubes de CO2 con aspecto de niebla
fantasmagórica q, sin embargo, pueden llevar a la asfixia
El láser millones de veces más
caliente q el Sol: La tecnología láser se usa para cortar planchas de metal,
hacer cirugías de córnea o para destruir los folículos pilosos y lograr el
deseado efecto de la depilación. En los laboratorios, los láseres son
mucho más extremos. Según ha explicado Donald Umstadter, director del
Laboratorio de Luz Extrema de la Universidad de Nebraska en Lincoln, en su
laboratorio se trabaja con el láser Diocles, q produce un pulso 1.000 millones
de veces más intenso q la luz de la superficie del Sol. Los daños sufridos x
una fuente así resultan difíciles de imaginar. Pero, tal como explica, su
trabajo es razonablemente seguro. Con el entrenamiento adecuado es muy seguro, xq
nos centramos en pulsos q duran menos q la billonésima de un segundo, en
un área de apenas la millonésima de un metro cuadrado, y mantenemos todo dentro
de una caja cerrada
El veneno en el congelador: Según la
Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año mueren entre 81.000 y 138.000
personas a causa de la picadura de serpientes. La mayoría de las personas
comprenderían q lo más sensato es evitar tentar a la suerte y mantenerse a
buena distancia de la ponzoña de estos reptiles. Pero no es así para los
científicos q, como Jeffrey O´Brien, investigador en la Universidad de
California en Irvine (EE.UU.), trabajan en la producción de antídotos para las
picaduras. Su laboratorio decidió hacer un antídoto de nanopartículas para
inhibir las toxinas de muchos tipos de serpientes. Para ponerlas a prueba,
hicimos un pedido de alrededor de 15 venenos, q almacenamos en una caja
fría marcada con una calavera y dos tibias cruzadas
Un problema de acidez: Los ácidos más
corrosivos pueden provocar quemaduras en la piel y disolver huesos y metales.
Algunos de ellos son frecuentes en el laboratorio. Es el caso, x ejemplo, del
ácido hipocloroso, q se genera como producto secundario en algunas reacciones y
q se caracteriza x poder generar graves quemaduras y ceguera. También es el
caso del ácido fluorhídrico q, a pesar de ser un ácido débil (xq no se disocia
completamente en agua) es probablemente el más común y peligroso de
todos. En caso de quemadura, el ácido no se detiene en la piel. Entra en
el torrente sanguíneo y corroe los huesos, xq se une al calcio. Si entran
suficientes cantidades en la sangre, es capaz de detener el metabolismo del
calcio y provocar una parada cardiaca. Además, también corroe envases de
plástico y cristales. Inhalarlo puede ser letal. Hace años, en los laboratorios
se usaban un ácido tan extremadamente corrosivo q se le conocía como “solución
piraña”. No xq mordiera, sino xqes capaz de degradar cualquier molécula
orgánica. Compuesto x una mezcla de ácido sulfúrico y peróxido de
hidrógeno, una de sus funciones era limpiar matraces y pipetas. Ya no se usa, xq
se considera demasiado peligroso
Plutonio: Normalmente, el efecto de la
radiación es acumulativo y silencioso, exactamente igual q la polución q sale
de chimeneas y tubos de escape. De hecho, solo en casos muy extremos, como
ocurrió en el accidente nuclear de Chernóbil, puede provocar síndrome de
irradiación aguda. Lo cierto es q en casos concretos los investigadores
trabajan cerca de potentes fuentes de radiación. Es el caso de David Meier,
investigador en el Laboratorio Nacional del Noroeste del Pacífico (EE.UU.),
quien trabaja en metodologías para seguir el rastro de este combustible. En
concreto, lo someten a varias condiciones y temperaturas q cambian el color del
plutonio. Naturalmente, mantenemos las muestras de plutonio en un contenedor de
plomo, llevamos dos pares de guantes de goma y vigilamos los niveles de
radiación en tiempo real. No hacerlo es un riesgo cuyas consecuencias tardan en
manifestarse