viernes, 30 de agosto de 2019

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La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) acaba de activar una alerta sanitaria x un brote de intoxicación alimentaria provocado x la ingesta de toxinas botulínicas encontradas en latas de atún, distribuida en nueve comunidades autónomas. El brote está limitado a cuatro casos, tres de los cuales han sido dados de alta. No hay constancia de más afectados

Las toxinas botulínicas están entre las sustancias más tóxicas producidas x seres vivos: la ingesta de apenas 1 ng/kg de la toxina botulínica de tipo A es letal. Basta ingerir 30 ng de toxina para sufrir una dolencia, conocida como botulismo. X ello, en caso de tener síntomas, los Centros de control de Enfermedades (CDCs) de Estados Unidos recomiendan solicitar atención médica inmediata

Los síntomas del botulismo están relacionados con la debilidad o parálisis muscular. Si no se aplica tratamiento, en los peores casos puede provocar problemas respiratorios q pueden llevar hasta el fallecimiento. Sin embargo, el botulismo se trata a través de dos antitoxinas capaces de evitar q se produzcan daños. No se puede recurrir a un antibiótico xq no es la bacteria la q causa el daño, sino la toxina acumulada en los alimentos durante su crecimiento anterior, x ejemplo, en una lata de conserva

Además, los médicos pueden aplicar respiración asistida y otros tratamientos hasta q el afectado recupere su capacidad respiratoria. Gracias a esto, menos de 5 de cada 100 afectados de botulismo mueren, según los CDCs

Los síntomas del botulismo aparecen de 12 a 36 horas después de la ingesta de la neurotoxina, aunque en algunos casos se ha documentado la aparición de los síntomas hasta ocho días después. Eso sí, cuanto antes aparecen los síntomas, más grave es la enfermedad

Los primeros síntomas del botulismo son náuseas, vómitos, debilidad y mareos. Están seguidos x síntomas neurológicos, como visión doble o borrosa e incomodidades en la boca y la garganta, x ejemplo relacionadas con problemas para hablar, tragar, notar la boca seca u hormigueos en la lengua. La toxina también causa fatiga general, pérdida de coordinación muscular y dificultades respiratorias

En algunos casos, puede llevar a síntomas gastrointestinales, como dolor abdominal o diarrea. En las peores situaciones, puede provocar la muerte x fallo respiratorio, si el diafragma y el torso quedan totalmente paralizados

Las toxinas botulínicas son proteínas con capacidad neurotóxica, producida x la bacteria Clostridium botulinum y las especies similares Clostridium butyricum y Clostridium baratii. El principal motivo x el q resultan perjudiciales es x su capacidad de interferir en la comunicación entre músculos y neuronas, motivo x el qu producen parálisis y debilidad muscular

Una vez ingeridas, las toxinas botulínicas se unen a los terminales de las neuronas. Se introducen en sus cuerpos (somas) y bloquean la salida de unas vesículas q han de liberar el neurotransmisor acetilcolina. Esto interrumpe la señalización nerviosa y provoca la parálisis muscular

Los microbios producen siete tipos diferentes de neurotoxinas, designadas de la A a la G, aunque solo la A, B, E y F le causan problemas a las personas. Cada una de ellas tiene variaciones en su estructura y secuencia, e interfieren con distintas proteínas del interior de las neuronas

La bacteria C. botulinum vive en sedimentos de todo el mundo, normalmente sobreviviendo en forma de esporas, unas estructuras de resistencia. Las esporas son inofensivas, pero cuando la bacteria se reactiva y comienza a crecer, produce las neurotoxinas cuya ingesta resulta tan peligrosa

C. botulinum crece cuando hay poco oxígeno presente y el medio no es muy ácido. X ello, se desarrolla fácilmente en comida enlatada y preservada de forma deficiente, en la q no se han eliminado las esporas previamente a través de calor y presión

En origen, la neurotoxina estaba asociada a la comida enlatada de forma deficiente, pero más recientemente, las intoxicaciones detectadas se han producido x la ingesta de salsas sin refrigerar, patatas asadas envueltas en papel de aluminio, miel, ajo en aceite o preparados de pescado salado o fermentado

X ello, se recomienda no comer nada en latas abultadas x la acumulación de gases o q presenten mal olor, aunque este no siempre alerta de la presencia de este microbio. También se recomienda refrigerar los alimentos preparados en casa
Curiosamente, se desconoce xq, algunas bacterias del género Clostridium producen estas potentes toxinas, ya q estas no pueden crecer dentro de los animales. De hecho, las toxinas actúan en presencia de oxígeno, pero las bacterias solo pueden crecer si no hay oxígeno presente

Las toxinas están especializadas en atacar la maquinaria nerviosa de los animales. Su transmisión se suele producir a través de la ingesta de comida mal preservada, en el caso de los humanos, o al ingerir materia orgánica en descomposición (en el caso de los otros animales). Parece ser q los gusanos q se alimentan de cadáveres pueden acumular suficiente toxina como para sobrevivir pero matar a sus depredadores

La intoxicación puede ocurrir días o incluso años después de la muerte de las bacterias. Las neurotoxinas son excepcionalmente estables y resistentes a enzimas degradantes y a pH ácidos. X ello, son especialmente eficaces a la hora de atravesar el tracto digestivo. Después, son transportadas x el torrente sanguíneo y la circulación linfática, y “engañan” al organismo de forma q pueden atravesar la barrera hematocencéfalica y llegar al sistema nervioso central

Una hipótesis q explicaría xq las bacterias producen esta toxina es q les puede resultar ventajoso matar a ciertos animales para favorecer su dispersión, generando algo así como fermentadores anaeróbicos a medida. Sin embargo, otros investigadores consideran q los microbios no consiguen ningún beneficio aparente fabricando estas potentes toxinas