martes, 30 de junio de 2020

aDióS a LaS CeNTRaLeS TéRMiCaS…



El adiós al carbón q el sistema eléctrico dará a partir de hoy como una de las fuentes de generación de energía no va a impactar directamente en los precios de la luz q pagan los consumidores en sus facturas. Las ausencias de las térmicas q funcionan con esa histórica materia prima apenas se dejará notar en un coste del kilovatio/hora (kw), estiman fuentes del sector, tras el desplome registrado en el confinamiento, aunque ya comienza a notarse el repunte con la reactivación económica de junio en la q se encuentra todo el país tras la desescalada

Las subidas de precio de las últimas semanas no se pueden achacar directamente a la falta de suministro de las centrales de carbón. El coste medio de la luz en junio se encuentra en los 40 euros/Mwh, casi el doble q en mayo, según el operador Omie. Se debe al incremento del consumo tras el confinamiento y al aumento del precio del crudo. A lo largo de los últimos meses, la participación del carbón en el “mix” ha ido disminuyendo. Hasta ahora, las centrales térmicas han aportado un 2,8% de toda la electricidad consumida. Hace dos años representaba un 12% del total, según Red Eléctrica

El apagón q llega ahora se ceba con siete grandes instalaciones, muchas de ellas ubicadas en territorios cuya economía se encuentra muy vinculada al funcionamiento de la central. Se trata de las plantas q quemaban carbón en Meirama (La Coruña), Narcea (Asturias) y La Robla (León) (“Naturgy” es su propietaria); Andorra (Teruel) y Compostilla (León) (“Endesa”); Puente Nuevo (Córdoba) (“Viesgo”); y Velilla (Palencia) (“Iberdrola”). Entre todas suman 4.630 megavatios (Mw). En activo quedarán otras siete. De ellas, cuatro ya han solicitado la clausura (Lada, en Asturias; As Pontes, en La Coruña; Los Barrios, en Cádiz; y Litoral, en Almería. Aunque las restantes no han realizado movimiento alguno, su futuro está casi sentenciado a uno o dos años

El proceso de cierre de estas centrales ya viene de largo. Las exigencias medioambientales de la Unión Europea con respecto a las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de estas factorías impuso toda una serie de inversiones millonarias q las eléctricas propietarias tendrían q asumir para q el negocio siguiera en activo. Las compañías han ido considerando q el nivel de gasto q esos requisitos de sostenibilidad suponían hacía inviable el negocio del carbón, un material cuyo precio es más elevado si proviene de las minas españolas q del extranjero

Durante los últimos meses la inyección de electricidad de estas instalaciones al conjunto del sistema ha ido reduciéndose sin q ello haya provocado un incremento de precios de la luz. Si el coste ha subido ha sido x otras razones como el repunte en el precio del petróleo o el gas, la escasez de lluvias o alzas de demanda temporales, los factores q más condicionan el recibo

Aun con la ausencia del carbón, al sistema le sigue sobrando potencia instalada. La nuclear es la tecnología q más electricidad aporta (más de un 23% en lo q va de año), seguida x la eólica (un 22%), la hidroeléctrica (15%) o los ciclos combinados (más de un 12%)

El impulso a las energías renovables (la semana pasada el Ministerio para la Transición Ecológica aprobó un decreto para impulsar este sector) compensará las centrales q van saliendo del sistema. Aunque seguirán siendo necesarias tecnologías con las q se pueda contar a cualquier hora del día si la demanda lo requiere. Y para eso, la nuclear y los ciclos son esenciales para evitar apagones. X ello, el sector sigue esperando la regulación de los apoyos económicos q recibirán estas centrales para garantizar el suministro eléctrico

Aunque desde un punto de vista operativo dejarán de aportar luz, técnicamente no serán clausuradas hasta q el Gobierno dé luz verde a los procesos administrativos q están en vigor. Solo en ese momento las eléctricas comenzarían los trabajos de desmantelamiento de los q están pendientes centenares de trabajadores, y comarcas enteras, para evitar q estas clausuras deriven en desempleo entre quienes trabajaban en ellas