El mundo
cuántico es extraordinario. Lo más extraño puede pasar: q los gatos estén
vivos y muertos al mismo tiempo, o q las cosas aparezcan y desaparezcan a
voluntad o incluso viajen adelante y atrás en el tiempo. Xq ese mundo de lo
infinítamente pequeño, el de las partículas, tiene sus propias reglas, leyes q
muchas veces contradicen lo q ocurre en el mundo q conocemos, el q todos
podemos tocar con la mano, el macroscópico
Ahora, un
grupo de investigadores del Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO) en Barcelona
ha demostrado la existencia de otra de esas extravagancias cuánticas, una
extraña y nueva fase de la materia q, además, han conseguido fotografiar y
grabar en vídeo. Se trata de un líquido cien millones de veces más diluido
q el agua y un millón de veces menos denso q el aire. Los resultados aparecen
publicados esta semana en la revista “Science”
La existencia
de este líquido a temperaturas muy bajas había sido propuesta x Dimitry Petrov,
un físico teórico ruso director de investigación del CNRS, el CSIC francés,
hace un par de años, pero no ha sido hasta ahora q el equipo ha conseguido
observarlo con una cámara algo más sensible q la q puede tener un móvil
Siguiendo su “receta”,
los investigadores enfriaron un gas de átomos de potasio a -273,15º C, muy
cerca del cero absoluto. Aunque a estas temperaturas los átomos se comportan
como ondas y siguen las reglas de la mecánica cuántica, aún conservan la
propiedad intrínseca de un gas: se expanden en ausencia de un contenedor. X el
contrario, cuando esos gases se mezclan y se atraen, los átomos forman gotas
líquidas. Según los autores, en muchos aspectos, esas gotas son muy similares a
las del agua, tienen su propio tamaño y forma, independientemente de dónde las
pongan, pero son mucho más frías y tienen propiedades cuánticas
El nuevo
líquido se comporta como tal: toma la forma del recipiente en el q se encuentre
y su volumen no cambia al contrario q el gas, q se expande y ocupa todo el
espacio q le dan. Pero al mismo tiempo, y aquí viene lo extraño, es mucho más
diluido, los átomos están muy separados entre sí. Tanto q con la cantidad de
agua de una cuchara sopera podríamos llenar una piscina olímpica
El hallazgo
podría servir en un futuro para realizar mediciones más precisas de gravedad o
aceleración, aunque los autores reconocen q todavía es pronto para darle tal
utilidad. También podría emplearse para entender mejor algunas propiedades de
otros sistemas, como estrellas de neutrones o materiales complejos