miércoles, 11 de diciembre de 2019

DiMe CóMo ViSTeS Y Te DiRé Si eReS CoMPeTeNTe…



El cerebro humano está trabajando constantemente en evaluar el entorno, incluso cuando no nos damos cuenta. Solo con echar un vistazo a un rostro puede concluir si una persona está enfadada o triste o si supone una amenaza para nosotros. Además, constantemente recurre a heurísticos, simplificaciones y aproximaciones para responder de forma rápida y automática a cuestiones q, en realidad, son mucho más complejas: x ejemplo, es posible q decidamos votar a un partido y no a otro en función de lo bien q nos caigan los políticos de ese partido, o bien pensaremos q somos más felices si lo último q me han preguntado es si he tenido muchas citas este mes, y mi respuesta ha sido q sí (si ha sido q no, nos sentiremos más pesimistas). Tal como aborda el Nobel Daniel Kahneman en su libro “Pensar rápido, pensar despacio”, sacar conclusiones rápidas puede ser útil, si vemos a alguien con cara de malas intenciones antes de q se acerque a nosotros, pero también nos puede llevar a equivocarnos: el mejor partido no tiene x q ser aquel en el q estén las personas q nos caen mejor

Teniendo en cuenta esto, no será muy sorprendente q algo tan cotidiano como la ropa con q nos vestimos lleve a los demás a sacar conclusiones precipitadas y automáticas sobre nuestro estatus o nuestras capacidades. En 2015, una investigación publicada en “Sex Roles” mostró q las mujeres q visten de modo más sugerente son percibidas, tanto x hombres como x mujeres, como menos capaces q las q visten de forma más sobria. Esta semana, un estudio elaborado x investigadores de la Universidad de Princeton (EEUU) y publicado en “Nature Human Rehaviour” ha mostrado q esa percepción sobre la capacidad profesional de otra persona en función de cómo viste es creada x el cerebro en cuestión de milisegundos. Además, sus resultados sugieren q es muy difícil evitar este sesgo

Los investigadores realizaron nueve estudios en los q varios voluntarios tuvieron q estimar la competencia profesional de varias personas cuya cara aparecía en una fotografía, y en cuyo cuello se veía la parte superior de una prenda de ropa, como una camisa, una camiseta, un jersey o una corbata. De esta forma, se observó q aquellas vestimentas q parecen más caras se vinculan automáticamente con personas más competentes

Según han sugerido los autores, esto implica q las personas con menor nivel adquisitivo tenderán a ser percibidas como más incompetentes, solo con un vistazo a su vestimenta

Para obtener estas conclusiones, los investigadores le pidieron a un grupo de personas q juzgasen el nivel de pobreza y riqueza asociado con ciertas vestimentas. Después las combinaron con varias imágenes de caras de personas blancas y negras. A continuación, se llevaron a cabo nueve estudios distintos

A pesar de todos estos cambios, los resultados se mantuvieron: las caras fueron juzgadas como más competentes si la ropa q llevaban era vista como más lujosa. No importa q a los voluntarios se les pidiera ignorar la ropa o se les diera datos sobre la riqueza de las personas de las fotografías. Todos estos resultados se reprodujeron tanto si se miraba los rostros durante décimas de segundo como un segundo entero

X eso, los autores han señalado la necesidad de investigar cómo trascender las primeras impresiones: “Saber q existe un sesgo es normalmente un buen primer paso”, ha dicho Shafir. Además, este investigador ha sugerido q los empleadores y reclutadores tengan a su disposición más datos para suplir entrevistas presenciales. Shafir también cree q su investigación “es un argumento excelente en favor de los uniformes escolares”