Después de
unas cuantas semanas en las q la casa ha olido a vinagre, x fin los cristales
han aparecido!!!
Para empezar,
Noah ha aprendido varias cosas durante este experimento. Una de ellas es q la cristalografía
lleva su tiempo, los cristales no salen xq si y en poco tiempo. Todo lleva su
tiempo, el vinagre se debía de evaporar, los recipientes no debían de moverse
para q no se rompieran los pocos y débiles cristales q pudiera haber… Lo
segundo, es q no hay q hacer caso a la publicidad de la caja, ya q los
cristales q nos presentaban eran espectaculares, pero a la hora de la verdad,
no ha sido así, jejeje. Ha entendido lo q es un buen marketing en un producto
Los cristales
q mejor han quedado fueron los de la tinta de bolígrafo azul, ya q se notaban
las pequeñas formaciones en ellos. En el resto, aunque parezca q hay cristal (q
haberlos hailos), lo q ha quedado ha sido el poso de los alimentos con los q se
decidió “teñir” los recipientes… Debe de ser q a partir de las partículas de colorante
para paellas, del pimentón, del perejil y del café, al depositarse sobre las
piedras, fueron cristalizando poco a poco en ellos dando esas estructuras “mamotétricas”
q no parecen los cristales q todos tenemos en mente…
Ahora toca
lavar los recipientes o directamente reciclarlos en el contenedor de metales xq
en ellos, no creo q puedan volver a tomarse unas natillas, jejeje